La Biblia habla de un pecado que Dios no va a perdonar nunca. Muchos se preguntan cual es ese pecado y se preocupan pensando que quizá ellos lo hayan cometido y no puedan salvarse o puedan perder la salvación que ya tienen.
Hay varias interpretaciones sobre el pasaje bíblico que habla de este pecado.
Veámoslo:
Marcos 3: 20-30
20 Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.
21 Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.
22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.(A)
23 Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
24 Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.
25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
27 Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.
28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón,(B) sino que es reo de juicio eterno.
30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.
Hay quien tiene problemas en reconciliar la doctrina de la justificación por la fe en Cristo con el pecado imperdonable. Piensan que pueden perder la salvación por hacer algo. Si es posible cometer la blasfemia contra el Espíritu Santo, entonces deber ser posible que los Cristianos cometan ese pecado y perder su salvación.
La preocupación y confusión que existe sobre este tema tiene respuesta convincente si nos mantenemos en el contexto de Marcos 3:20-30.
Estos Fariseos eran culpables del cometer el pecado imperdonable porque ellos sabiendo quien era Jesús intencionadamente lo rechazaron y sus milagros los atribuyeron al diablo. Además su rechazo de Jesús fue final y permanente renunciando a Jesucristo y todo lo que él representaba.
Si contrastamos este pecado con el pecado de Pedro, el cual después negó al Señor e incluso juró tres veces no conocerlo e incluso maldijo. Pero Pedro recibió el perdón de sus pecados porque se arrepintió y era salvo. La salvación una vez conseguida no se puede perder. Cuando se nace de nuevo no se puede volver atrás.
La naturaleza del pecado imperdonable no es tan misteriosa. Este pasaje y el que le corresponde, Lucas 12:10, son los únicos en donde se menciona este pecado. En Hebreos 6:4-6 y 10:26 se describe una clase de apostasía intencionada la cual no tiene remedio. Creo que hemos visto algunos por aquí que se denominan Cristianos que entran dentro de ese escenario.
En 1 Juan 5:16 se menciona el pecado de muerte. Esta es otra clase de pecado. No se menciona específicamente pero hay muchos pecados que nos pueden llevar a la muerte.
Los pasajes de Hebreos mencionados arriba son descritos como pecados que se vuelven deliberadamente contra la verdad de la palabra de Dios. Es muy parecida a la blasfemia contra el Espíritu Santo.
En Hebreos 6:6 vemos la imposibilidad del arrepentimiento.
¡Que situación tan trágica y aterradora!
Ref. “El Jesús que no podemos ignorar” John Mac Arthur
Deja una respuesta