El tribunal de Cristo será una rendición de cuentas, de todos los creyentes, ante la presencia del Señor Jesucristo, como Juez, sobre la base de las obras, a fin de recompensar a cada cual por el servicio prestado al Señor. Este juicio no es para verificar si merecemos el cielo o el infierno. Todos los comparecientes allí son salvos. Es un juicio a creyentes lavados y justificados por la sangre de Jesús.
Efesios
2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
1ra. a los Corintios
3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
3:12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
3:13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
3:14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
3:15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
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