EL VERDADERO PÚPITO

Cuando ingresas a un templo, es notorio que uno de los muebles más sobresalientes es el púlpito, ese desde el cual los predicadores proclaman las verdades de la palabra de Dios; los hay de todas las formas, tamaños y materiales; algunos son sencillos y otros ostentosos; los hay grandes y pequeños según el gusto de los pastores o los administradores de los templos. Sin embargo no es ese púlpito la mejor plataforma desde el cual se puede predicar la verdad de Dios; nada hay como el púlpito de una vida íntegra y consagrada que produce una poderosa influencia en quienes le rodean y cuya mayor proclama es “Sed imitadores de mi, como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1); ése es el púlpito desde el cual se puede predicar sin restricciones todos los días y a toda hora, pues es el púlpito con más testigos que cualquier otro, por lo que Hebreos 12:1 dice: “teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos”.
Es desde ese púlpito que las vidas son inspiradas a cambiar; es el único púlpito desde el que se puede predicar y demostrar a la vez la eficacia del mensaje que se predica; es el único púlpito desde el que se gritan profundas verdades con silenciosas expresiones de humildad y amor; es el único púlpito que no solo permite oír lo que el predicador dice, sino que también permite ver lo que el predicador es; es el único púlpito desde el que la persona de Cristo es revelada con mayor nitidez, a un mundo que necesita tener una imagen de Cristo de mayor fidelidad.  
Tu vida es el púlpito desde el que Dios mismo desea posarse para revelarse al mundo en toda su plenitud.
¿Estás dispuesta a permitir tan grande honor?
Pastor Luis Molano


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.