Entendiendo Nuestra Posición Como Hijos de Dios – Explorando Quiénes Somos En Cristo Jesús

EXPLORANDO QUIÉNES SOMOS EN CRISTO JESÚS

Frase clave: “Dios puede hacer, a través suyo, lo que sea que usted le permita”.

Escritura clave: Proverbios 4:21 “Hijo mío atiende a mis dichos”.

Propuesta: Estudie las escrituras buscando por versículos que digan quiénes somos en Cristo.

Objetivo: Como creyentes necesitamos estudiar los versículos que dicen quienes somos en Cristo Jesús.

Introducción: Por mucho tiempo, el símbolo del cristianismo ha sido la cruz. En un tiempo, nuestra posición era como la de la cruz, pero en este momento, Jesús no está en la cruz. Él no está en la tumba. Él no está en el cenáculo. En este momento, Él está sentado en lugares celestiales, con el Padre. Como creyentes, necesitamos descubrir quiénes somos en Cristo y eso sólo se obtiene estudiando Su Palabra.

Leyendo del Nuevo Testamento bajo una nueva luz

Necesitamos cambiar la manera en la que leemos el Nuevo Testamento. Por ejemplo, no debemos leer la Biblia como si el Apóstol Pablo estuviera escribiendo una carta a la iglesia. Debemos leerla como si fuera Dios hablándonos directamente a nosotros. Necesitamos leer la Biblia como si Jesús estuviera parado en frente nuestro, apuntándonos el dedo, diciéndonos que por sus llagas fuimos sanados”.

La integridad de la Palabra de Dios

La Biblia es la Palabra de Dios.  Es la cosa más importante y segura en todo este universo.  Es la única cosa que limita al poder de Dios, porque una vez que Dios dice algo, Él está comprometido con Su palabra a llevarlo a cabo. (Isaías 55:10-11).

  • Salmo 119:89 “Por siempre, Oh Señor tu palabra está establecida en el cielo”.
  • Mateo 24:35 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.
  • 2 Pedro 1:16-21 “Un testigo mucho mas fiel”.
  • 2 Timoteo 3:16-17 “Toda escritura es útil para enseñar, hasta que no nos falte nada”.
  • Hebreos 6:18 “Es imposible que Dios mienta”.
  • Mateo 5:18 “Durará para siempre y será establecida”.

La Palabra de Dios es la cosa más segura sobre la cual podemos pararnos, porque Dios está comprometido en hacer cumplir su Palabra.

Gran fe versus débil fe

Si miramos en la Palabra de Dios, vemos que Jesús se refirió muchas veces a la fe de diferentes personas, en maneras diferentes.

Débil fe

Mateo 14:22-32 En esta porción de la Biblia, vemos a los discípulos viendo a Jesús caminar sobre el agua. Pedro se puso de pie y le dijo que si era Él, lo llamara a ir. Pedro dio un paso y empezó a caminar sobre el agua, pero cuando vio los vientos y las olas, empezó a hundirse. Jesús estrechó su mano, lo rescató y lo devolvió al bote. Cuando estuvieron de regreso en el bote, denominó como débil su fe.

Si Jesús no hubiera dicho que él tenía fe débil, podríamos haber dicho que él tenía gran fe porque, después de todo, él caminó sobre el agua y, no creo que alguna vez hayamos conocido a alguien que haya hecho eso.  Pero Jesús denomina su fe como débil.

Gran fe

En otra porción de las Escrituras, Mateo 8:5-13, el soldado de un centurión le pidió a Jesús que sane a su sirviente. Jesús estuvo de acuerdo en ir a la casa del hombre y sanarlo. El soldado sorprendió a Jesús cuando le dijo que no era necesario que fuera a su casa, porque sólo tenía que decir la palabra y su siervo sería sanado. Mateo 8:10 dice que Jesús afirmó que ese hombre tenía gran fe y, luego, dijo la palabra y el sirviente del hombre fue sanado, en esa misma hora.

En esta porción de la Biblia, Jesús denomina  la fe de este hombre como “gran fe”, todo lo que hizo fue creer en la palabra de Jesús. Esto nos muestra la mentalidad de Dios cuando se trata de nuestra fe. A los ojos de Dios, hay más mérito en una persona que cree en Su palabra, que caminar sobre el agua. De estas dos porciones de la Biblia, en realidad vemos que, a los ojos de Dios, es más grande depender totalmente en la Palabra de Dios, la Biblia. La fe débil está basada en las cosas que vemos, pero la gran fe está basada únicamente en la Palabra de Dios.

Estar absolutamente convencidos acerca de la integridad de la Palabra de Dios.

Como creyentes, debemos estar absolutamente convencidos acerca de la integridad de la Palabra de Dios. La palabra de Dios es la cosa más segura en todo el universo y, cuando nos paramos sobre la Palabra de Dios, no fallaremos, porque si fallamos, eso significa que la Palabra de Dios no es verdad. Jesús está completamente comprometido con hacer aquellas cosas que están escritas en Su palabra.

  • Isaías 56:8-11 – La Palabra de Dios es como la lluvia y la nieve. Alcanzará aquello a lo que fue enviada.
  • Jeremías 1:12 – Dios cuida su palabra, para llevarla a cabo.

El mayor deseo de Dios para el creyente es que éste acepte su palabra y haga lo que la Palabra de Dios dice.

Preguntas de Aplicación 

  1. Como creyentes, ¿qué cosa deberíamos buscar al leer el Nuevo Testamento?
  2. ¿Qué significa tener que depender de la integridad de la Palabra de Dios?
  3. ¿Cuál es la diferencia entre débil fe y gran fe?
  4. Esta semana, busque tres áreas en las que puede asegurar que está usando gran fe y no débil fe. Haga una lista de cosas que hizo para ejercitar la gran fe y esté preparado para discutirlas la siguiente semana.
  5. Esta semana, empiece a confesar las Escrituras que hablen de quiénes somos en Cristo sobre su vida. Tome nota de las formas en las que su vida es afectada de una manera positiva. Esté preparado para discutir esas áreas la siguiente semana.


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