Entrégale tu vida al Señor y deja que te transforme

Después de que le entregas tu vida al Señor, eres salvo, descubres un sentimiento en tu interior, generado por el Espíritu Santo, que te lleva a querer hacer todo aquello que es agradable al Señor.

Descubres que no quieres vivir sólo para ti , sino para los demás. Antes andabas de acuerdo con tus propios pensamientos.Después de crecer en el Señor los cristianos tenemos un nuevo estilo de vida, ya no volvemos a ser los mismos, ni a pensar igual, abandonamos nuestros proyectos y aceptamos la voluntad de Dios, dejamos todo en sus amorosas manos y que sea el quien nos indique el camino.

Los nacidos de nuevo, nos preguntamos si estamos agradando al Señor en nuestro modo de conducirnos, si nuestro lenguaje agrada al Señor. Constantemente en nuestro actuar nos preguntamos si esa es la voluntad de Dios .

El cristiano pasa a tener una conciencia totalmente diferente, anteriormente era egoísta, pensaba únicamente en lo que quería, en lo que le gustaba o en lo que podría obtener. Si quería hacer alguna cosa, la hacía, era su propio maestro. Sin embargo, todo aquél que es nacido de nuevo, es hijo de luz, y por esta razón esta persona tiene la luz que le dice y muestra lo que es agradable al Señor.

Pablo nos dice, que, después de salvos, tarde o temprano, llegamos a un estado de la vida cristiana en que, de alguna manera, sentimos cuando hacemos determinadas cosas. Por más extraño que parezca, miramos a nuestro interior para saber si nuestro Señor está contento o no.

Si tenemos este sentimiento, somos hijos de luz “comprobando siempre lo que es agradable al Señor”. Es interesante notar que siempre que Pablo habla de la luz, su corazón se vuelve a la experiencia del camino a Damasco. En Ef. 5:13, el dice: Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. La segunda parte de Ef. 5:14 dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. Este texto es otra interpretación de la experiencia en el camino a Damasco.
El libro de Hechos dice que él tuvo una visión que lo llevo a encontrarse con el Señor resucitado. Este es un aspecto de la luz. Pablo estaba en tinieblas, pero Dios dijo: “Haya luz” y la luz resplandeció ante él. “Agradó a Dios revelar a Su Hijo en mí”.Pablo descubrió que la carne nunca agradará al Señor.

En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados,en los cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.

En otro tiempo todos nosotros vivimos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás.

Pero Dios, quien es rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó,

aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos!

Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales,

para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia, por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús efesios 49:2

Por esta razón doblo mis rodillas ante el Padre,

de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

a fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, os conceda ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior;

para que Cristo habite en vuestros corazones por medio de la fe; de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor,

seáis plenamente capaces de comprender, junto con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad,

y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento; para que así seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros,

a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones de todas las edades, para siempre. Amén. Efesios 49:3

PAZ Y BIEN ¡¡¡


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