¿ES CIEGA LA FE?

La fe es considerada como algo que uno cree ciegamente – sin pruebas. Sin embargo, este punto de vista no representa el cristianismo bíblico. No creemos ciegamente en Dios, creemos por pruebas, el Señor nos ha dado suficientes pruebas de su fidelidad, de su amor, de su providencia, de su poder sobre todas las cosas.
Esta mañana estaba reflexionando sobre esto y sobre mi sanación y me dije ¿cómo me va a sanar si no confío en él? Es verdad que creo confiar, pero lo estoy haciendo ciegamente, no lo estoy haciendo por las pruebas que ÉL nos ha dado, es como si le dijera a mi hermana que se encargue de hacer ella la torta para el cumpleaños y luego mande a hacer una por si acaso ella me falla, mi fe en ella sería ciega, porque no creo en las pruebas que me ha mostrado, nunca ha quedado mal con sus encargos, pero mi fe en ella tiene dudas.
De hecho, la Biblia realmente dice a los creyentes sométanlo todo a prueba (1 Tesalonicenses 5:21). Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición” Malaquias 3.
Pues bien decidí  confiar en el Señor y me dije yo confío en EL por pruebas no ciegamente, así ,segura de que me va a sanar ,hoy dejo toda duda sobre esto y no solo dejo toda duda, sino dejo el “por si acaso” o sea, deje las medicinas, todas sin pensar en que “¿y si no me sano?” esta vez mi confianza en el Señor fue firme, voy a confiar en El por las pruebas que tengo de lo que puede hacer en mi y todo el que, en El crea. Confío en el Señor porque tengo pruebas de su fidelidad.
La Biblia anima a los creyentes a tener una fe basada en el conocimiento, construida sobre una sólida doctrina bíblica. Cuando Pablo predicó el evangelio, lo hizo a través del razonamiento de las Escrituras y nunca apeló a una fe ciega. la Biblia enseña una fe racional, basada en el conocimiento y refinado a través de pruebas.
La fe razonada, la que se apoya en los hechos y en la lógica, no deja detrás de si ninguna obscuridad; se cree porque se está en lo  cierto, y no se está en lo cierto hasta que se ha comprendido.
La fe sincera y verdadera es siempre serena; da paciencia que sabe esperar; porque tiene un punto de apoyo en la comprensión de las cosas, está segura de llegar a su fin, ¿y que nos da garantías de así será? Los milagros que realizó Cristo, las promesas de nuestro Señor, la creación de Dios , su poder y su gloria.
Cristo realizó verdaderos milagros, mostró, por estos mismos milagros, lo que puede el hombre cuándo tiene fe, es decir, la voluntad de querer, y la certeza que esta voluntad puede cumplirse, sus milagros son la prueba de que si confías en El obtendrás sus promesas, entonces es una fe por pruebas, no es una fe ciega, como si Jesús no nos hubiese mostrado  suficientemente lo que puede, no vamos a Él a ciegas, vamos seguros de lo que obtendremos al entregarle nuestras vidas

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