No seas tan dura contigo misma mi amada. Veo tu corazón lleno de frustación.
Sé que te debates en una lucha constante entre tu carne y tu espíritu.
No te des por vencida en el intento de vivir por fe, por causa
de tu dibilidades. Acaso no sabes que nada de lo que hagas en tus propias fuerzas
va a permanecer? Te doy gracia cuando equivocas el camino y te doy fortaleza cuando justo lo necesitas. Estoy aqui esperandote para enderezar lo torcido y para sanar todas tus heridas.
Las batallas que peleas en tu mente me pertenecen, asi que no pierdas más tiempo destruyendote.
Yo te amo sin que importe lo que hayas echo o dicho.
Pero dame la oportunidad de mostrarte quién eres cuando te rindés a mí. Permiteme hacerte el regalo de mi gracia. Recuerda que has sido recubierta con mi perdón desde el Calvario; ahora sal a la libertad, deja tu pasado atrás y abre el regalo que te hago al darte un nuevo comienzo.
Con amor tu Rey y la gracia de tu vida.
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, Romanos 3: 23, 24
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