Hay una espada en tu boca

Recuerdo que en una ocasión me estaba preparando para una
predicación y estando en oración, el Señor me mostró en visión,
como de mi boca salía una espada.

Una manifestación de las personas endemoniadas es que no pueden
hablar o hablan conjuros y maldiciones. Hoy reflexionando y
recordando esta visión, Dios puso en mi mente: “Hay una espada en
tu boca”.

“Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la
sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su
aljaba”. Isaías 49:2

Cuando Juan tuvo la visión de apocalipsis de Jesucristo dice:

“Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca
salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol
cuando resplandece en su fuerza.” Apocalipsis 1:16

También en Apocalipsis 2:16 describe como Dios mismo usara su
boca:

“Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti
pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca”. Apoc.
2:16

En el mismo capítulo dice:

“Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que
tiene la espada aguda de dos filos dice esto”. Apocalipsis
2:12

También podemos ver más adelante dice:

“De su boca sale una espada aguda, para herir con
ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él
pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso”. Apocalipsis 19:15

La palabra espada se usa más de cuatrocientas veces en la biblia,
cuando yo vi esta visión estaba preparándome para dar una
enseñanza sobre la alabanza. Eso me llevo a entender como cuando
alabamos a Dios, nuestra boca y nuestras palabras se convierten
es una espada filosa. Esto no es anti bíblico, Moisés uso la
alabanza durante la guerra, Josué uso la alabanza durante la
caída de las murallas de Jericó. El rey Josafat uso coros de
alabanza durante la gran amenaza de dos pueblos que los atacarían
a la vez.

Sus palabras de alabanza en esa ocasión fueron:

“Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que
cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados,
mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a
Jehová, porque su misericordia es para siempre”. 2 Crónicas
20:21

Esas palabras eran las espadas que salían de la boca del pueblo
de Dios:

“Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para
siempre”

La frase más ridícula que alguien se pondría a cantar,
viendo una amenaza de dos reyes y sus ejércitos y ellos pobres
ilusos hablando y cantando del amor de Dios. Y lo que es peor,
dar gracias por eso, solamente unos trastornados. Pero ellos
seguían atacando las huestes celestiales de maldad con el cántico
del amor de Dios:

“Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para
siempre”

Ahora déjame explicarte algo, no se trata de estar alabando todo
el tiempo, se trata de sabiduría. El rey Josafat ordenó ayunar,
humillarse, clamar a Dios y alabar. En todas las armas de guerra
necesitas tu espada, recuerda:

¡Hay una espada en tu boca!

Declara con confianza:

“Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para
siempre”

¡Bendito seas Jehová de los ejércitos! ¡Aleluya!

¡Por eso te adoramos Jesús!

¡Bendiciones!

Escrito por Abdiel Salas.


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