HEBREOS ESTUDIO 19. LA SUPERIORIDAD DE LA ALIANZA DE JESÚS 2

UNA ALIANZA DEFINITIVA

HEBREOS 9:1-12

Ese primer pacto entre Dios e Israel incluía ordenanzas para la adoración y un lugar de culto aquí, en la tierra. Ese tabernáculo[a] estaba formado por dos salas. En la primera sala había un candelabro, una mesa y los panes consagrados sobre ella. Esta sala se llamaba Lugar Santo. Luego había una cortina detrás de la cual se encontraba la segunda sala,[b] llamada Lugar Santísimo. En esa sala había un altar de oro para el incienso y un cofre de madera conocido como el arca del pacto, el cual estaba totalmente cubierto de oro. Dentro del arca había un recipiente de oro que contenía el maná, la vara de Aarón a la que le habían salido hojas y las tablas del pacto que eran de piedra. Por encima del arca estaban los querubines de la gloria divina, cuyas alas se extendían sobre la tapa del arca, es decir, el lugar de la expiación; pero ahora no podemos explicar estas cosas en detalle.
Cuando estos elementos estaban en su lugar, los sacerdotes entraban con regularidad en la primera sala,[c] durante el cumplimiento de sus deberes religiosos. Pero sólo el sumo sacerdote entraba en el Lugar Santísimo y lo hacía una sola vez al año; y siempre ofrecía sangre por sus propios pecados y por los pecados que el pueblo cometía por ignorancia. Mediante esas ordenanzas, el Espíritu Santo daba a entender que la entrada al Lugar Santísimo no estaba abierta a todos en tanto siguiera en pie el tabernáculo[d] y el sistema que representaba.
Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen. 10 Pues ese sistema antiguo sólo consiste en alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, es decir, ordenanzas externas[e] que permanecieron vigentes sólo hasta que se estableció un sistema mejor.
11 Entonces Cristo ahora ha llegado a ser el Sumo Sacerdote por sobre todas las cosas buenas que han venido.[f] Él entró en ese tabernáculo superior y más perfecto que está en el cielo, el cual no fue hecho por manos humanas ni forma parte del mundo creado. 12 Con su propia sangre —no con la sangre de cabras ni de becerros— entró en el Lugar Santísimo una sola vez y para siempre, y aseguró nuestra redención eterna.


El desconocido escritor de la carta a los Hebreos sigue comprando ambas alianzas, la antigua y la nueva. Aquella, tenía su propio ritual y santuario. Este estaba dividido en dos partes, el lugar santo, donde todos los sacerdotes ministraban de forma continuada, y el lugar santísimo. Aquí únicamente el sumo sacerdote podía entrar y, tan sólo, una vez al año, a fin de ofrecer un sacrificio por su propio pecado y el del pueblo. Se nos dice, sin embargo, que estos sacrificios eran incapaces de resolver de forma permanente el problema del pecado humano y fueron válidos mientras el Señor instaurase algo nuevo y diferente.

Eso se cumple con Jesús y la alianza nueva y definitiva que representa. El es Sumo Sacerdote de un santuario mayor y más valioso. Se nos dice de Jesús que entró, y de una vez por todas, en el lugar santísimo para ofrecer un sacrificio definitivo por nuestros pecados, un sacrificio hecho con su sangre.


UN PRINCIPIO
EL PROBLEMA DEL PECADO HA SIDO SOLUCIONADO PARA SIEMPRE. LEGALMENTE NO NOS PUEDE CONDENAR PERO PUEDE APARTARNOS DE LA AMISTAD CON DIOS

UNA PREGUNTA
¿QUÉ PECADO PUEDE IMPEDIR QUE GOCES DE LA AMISTAD CON DIOS?

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