NUEVA ADVERTENCIA CONTRA RECHAZAR A JESÚS
HEBREOS 10:26-31
26 Queridos amigos, si seguimos pecando a propósito después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda ningún sacrificio que cubra esos pecados. 27 Sólo queda la terrible expectativa del juicio de Dios y el fuego violento que consumirá a sus enemigos. 28 Pues todo el que rehusaba obedecer la ley de Moisés era ejecutado sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos. 29 Piensen, pues, cuánto mayor será el castigo para quienes han pisoteado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto —la cual nos hizo santos— como si fuera algo vulgar e inmundo, y han insultado y despreciado al Espíritu Santo que nos trae la misericordia de Dios. 30 Pues conocemos al que dijo:
También dijo:
«El Señor juzgará a su propio pueblo»[h].
31 ¡Es algo aterrador caer en manos del Dios vivo!
Si la salvación se pierde o no es un tema de constante discusión dentro de la comunidad cristiana. Hay otros temas similares como la predestinación y el libre albedrío, las dones del Espíritu y, aunque no puedo recordar en estos momentos, otros más.
Los defensores de una y otra postura encuentran los suficientes argumentos bíblicos para posicionarse en un lado u otro de la discusión. Naturalmente, cada grupo utiliza y da énfasis a aquellos que mejor parecen, vuelvo a insistir, parecen soportar la postura que defienden.
Yo no sabría qué decir al respecto y me parecen válidos los argumentos de aquellos que afirman que la salvación se puede perder y este, el que hoy considero, es uno de los pasajes que señalan en esa dirección. Sin embargo, también considero los argumentos en contra, por decirlo de alguna manera, y tienen también su coherencia y su sentido, por tanto ¿Qué actitud tomar?
Creo ya haber mencionado a un amigo mío, griego de la ciudad de Tesalónica, que siempre afirma que hemos de dejar que los pasajes de advertencia de la Biblia, como este de hoy, nos adviertan. Pero, también continúa afirmando, dejar que los que nos proveen de seguridad nos conforten.
Si entendí bien a mi amigo, no se trata de esto o aquello, sino de ambas cosas. ¿Qué como cuadra eso? Pues de la misma manera que la predestinación y el libre albedrío, la doble naturaleza humana y divina de Jesús o la Trinidad. Nos encontramos ante misterios, cosas que van más allá de lo que nuestro cerebro razonablemente puede procesar.
UN PRINCIPIO
SEGURIDAD Y ADVERTENCIA
UNA PREGUNTA
¿CUÁL ES LA VENTAJA DE DEJAR QUE LOS VERSÍCULOS DE SEGURIDAD NOS CONFORTEN Y LOS DE ADVERTENCIA NOS MANTENGAN EN GUARDIA?
Deja una respuesta