HEBREOS ESTUDIO 31. EL LUGAR CENTRAL DE LA FE 8

NUEVA ADVERTENCIA

HEBREOS 12: 14-29

14 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. 15 Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. 16 Asegúrense de que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú, que cambió sus derechos de primer hijo varón por un simple plato de comida. 17 Ustedes saben que después, cuando quiso recibir la bendición de su padre, fue rechazado. Ya era demasiado tarde para arrepentirse, a pesar de que suplicó con lágrimas amargas.
18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar,[f] a un lugar que arde en llamas, un lugar de oscuridad y tinieblas, rodeado por un torbellino, como les sucedió a los israelitas cuando llegaron al monte Sinaí. 19 Ellos oyeron un imponente toque de trompeta y una voz tan temible que le suplicaron a Dios que dejara de hablar. 20 Retrocedieron tambaleándose bajo el mandato de Dios: «Si tan sólo un animal toca la montaña, deberá morir apedreado»[g]. 21 Incluso Moisés se asustó tanto de lo que vio, que dijo: «Estoy temblando de miedo»[h].
22 En cambio, ustedes han llegado al monte Sión, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a incontables miles de ángeles que se han reunido llenos de gozo. 23 Ustedes han llegado a la congregación de los primogénitos de Dios, cuyos nombres están escritos en el cielo. Ustedes han llegado a Dios mismo, quien es el juez sobre todas las cosas. Ustedes han llegado a los espíritus de los justos, que están en el cielo y que ya han sido perfeccionados. 24 Ustedes han llegado a Jesús, el mediador del nuevo pacto entre Dios y la gente, y también a la sangre rociada, que habla de perdón en lugar de clamar por venganza como la sangre de Abel.
25 Tengan cuidado de no negarse a escuchar a aquél que habla. Pues, si el pueblo de Israel no escapó cuando se negó a escuchar a Moisés, el mensajero terrenal, ¡ciertamente nosotros tampoco escaparemos si rechazamos a aquél que nos habla desde el cielo! 26 Cuando Dios habló desde el monte Sinaí, su voz hizo temblar la tierra, pero ahora él hace otra promesa: «Una vez más, haré temblar no sólo la tierra, sino también los cielos»[i]. 27 Eso significa que toda la creación será agitada y removida, para que sólo permanezcan las cosas inconmovibles.
28 Ya que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos y agrademos a Dios adorándolo con santo temor y reverencia, 29 porque nuestro Dios es un fuego que todo lo consume.


El anónimo autor de esta carta ya nos tiene acostumbrados a intercalar entre los diferentes temas que va desarrollando pasajes de advertencia que tienen como propósito llamar nuestra atención sobre el seguimiento de Jesús y lo fácil que resulta para nosotros bajar la guardia y poco a poco irnos enfriando o cambiando nuestro seguimiento activo por una religiosidad pasiva.

Usando de nuevo a Israel como ejemplo nos hace una exhortación a valorar las consecuencias que puede tener para nosotros el apartarnos del Señor. Por eso el tremendo valor de las palabras atentos a no rechazar la voz del Señor.

Creo que debemos vivir con esta actitud porque es fácil, muy fácil irse enfriando poco a poco, ir permitiendo que el pecado se vaya infiltrando de manera sibilina en nuestras vidas y perder el contacto con el Dios vivo y, por tanto, su perspectiva de la vida y ordenar la nuestra en base a los valores de la sociedad que nos rodea.
UN PRINCIPIO
ATENTOS A NO RECHAZAR LA VOZ DEL SEÑOR

UNA PREGUNTA
¿SOBRE QUÉ ASPECTOS DE NUESTRA VIDA NOS ESTÁ HABLANDO HOY EL SEÑOR, QUÉ NOS DICE?


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