LOS SACRIFICIOS VERDADEROS
HEBREOS 13:10-16
10 Tenemos un altar del cual los sacerdotes del tabernáculo[d] no tienen derecho a comer. 11 Bajo el sistema antiguo, el sumo sacerdote llevaba la sangre de los animales al Lugar Santo como sacrificio por el pecado, y los cuerpos de esos animales se quemaban fuera del campamento. 12 De igual manera, Jesús sufrió y murió fuera de las puertas de la ciudad para hacer santo a su pueblo mediante su propia sangre. 13 Entonces salgamos al encuentro de Jesús, fuera del campamento, y llevemos la deshonra que él llevó. 14 Pues este mundo no es nuestro hogar permanente; esperamos el hogar futuro.
15 Por lo tanto, por medio de Jesús, ofrezcamos un sacrificio continuo de alabanza a Dios, mediante el cual proclamamos nuestra lealtad a su nombre. 16 Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios.
¿Cuál es la verdadera religiosidad? ¿Qué es lo que el Señor espera de un creyente? Pienso que las últimas palabras de este breve pasaje lo dejan muy claro, hacer el bien y compartir con aquellos que tienen necesidad. Me parece que el anónimo autor de esta epístola está en línea con una vieja tradición bíblica que arranca ya en el Antiguo Testamento, véase, por ejemplo, Oseas 6:6 y que Jesús recalcó (Mateo 9:13) y otros escritores del Nuevo Testamento también pusieron de relieve, como por ejemplo, aunque no exclusivamente en Santiago 1:27, donde se nos habla de enfoque en el necesitado.
Creo que este pasaje es muy equilibrado porque nos enseña que un auténtico seguimiento de Jesús no puede ser correcto a menos que tenga dos enfoques que ya conocemos porque el propio Jesús los manifestó, el amor a Dios y al prójimo.
UN PRINCIPIO
MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIOS
UNA PREGUNTA
¿CUÁL ES TU RESPUESTA AL NECESITADO?
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