HECHOS 32. EL TESTIMONIO APOSTÓLICO EN JUDEA Y SAMARIA 13


HECHOS 12:1-18


1 Por ese tiempo, el rey Herodes Agripa[a] comenzó a perseguir a algunos creyentes de la iglesia. 2Mandó matar a espada al apóstol Santiago (hermano de Juan). 3 Cuando Herodes vio cuánto esto le agradó al pueblo judío, también arrestó a Pedro. (Eso sucedió durante la celebración de la Pascua).[b] 4Después lo metió en la cárcel y lo puso bajo la vigilancia de cuatro escuadrones de cuatro soldados cada uno. Herodes tenía pensado llevar a Pedro a juicio público después de la Pascua. 5 Pero, mientras Pedro estaba en la cárcel, la iglesia oraba fervientemente por él.

Pedro escapa milagrosamente de la cárcel

6 La noche antes de ser sometido a juicio, Pedro dormía sujetado con dos cadenas entre dos soldados. Otros hacían guardia junto a la puerta de la prisión. 7 De repente, una luz intensa iluminó la celda y un ángel del Señor se puso frente a Pedro. El ángel lo golpeó en el costado para despertarlo y le dijo: «¡Rápido! ¡Levántate!». Y las cadenas cayeron de sus muñecas. 8 Después, el ángel le dijo: «Vístete y ponte tus sandalias». Pedro lo hizo, y el ángel le ordenó: «Ahora ponte tu abrigo y sígueme».

9 Así que Pedro salió de la celda y siguió al ángel, pero todo el tiempo pensaba que era una visión; no se daba cuenta de que en verdad eso estaba sucediendo. 10 Pasaron el primer puesto de guardia y luego el segundo y llegaron a la puerta de hierro que lleva a la ciudad, y esta puerta se abrió por sí sola frente a ellos. De esta manera cruzaron la puerta y empezaron a caminar por la calle, y de pronto el ángel lo dejó.

11 Finalmente Pedro volvió en sí. «¡De veras es cierto! —dijo—. ¡El Señor envió a su ángel y me salvó de Herodes y de lo que los líderes judíos[c] tenían pensado hacerme!».

12 Cuando se dio cuenta de esto, fue a la casa de María, la madre de Juan Marcos, donde muchos se habían reunido para orar. 13 Tocó a la puerta de entrada, y una sirvienta llamada Rode fue a abrir. 14Cuando ella reconoció la voz de Pedro, se alegró tanto que, en lugar de abrir la puerta, corrió hacia adentro y les dijo a todos:

—¡Pedro está a la puerta!

15 —¡Estás loca! —le dijeron.

Como ella insistía, llegaron a la conclusión: «Debe ser su ángel».

16 Mientras tanto, Pedro seguía tocando. Cuando por fin abrieron la puerta y lo vieron, quedaron asombrados. 17 Él les hizo señas para que se callaran y les contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. «Díganles a Santiago y a los demás hermanos lo que pasó», dijo. Y después se fue a otro lugar.

18 Al amanecer, hubo un gran alboroto entre los soldados por lo que había sucedido con Pedro. 19Herodes Agripa ordenó que se hiciera una búsqueda exhaustiva para encontrar a Pedro. Como no pudieron encontrarlo, Herodes interrogó a los guardias y luego los condenó a muerte. Después Herodes se fue de Judea para quedarse en Cesarea por un tiempo.

De nuevo se desencadena persecución contra los seguidores de Jesús y Santiago es ejecutado y Pedro encarcelado a la espera de ser juzgado y seguir la misma suerte. La reacción de la comunidad es orar por él, hemos de suponer que a fin de que Dios preservara su vida. El Señor actúa de una forma sobrenatural liberando al apóstol de su cautiverio.
Al leer el pasaje pensaba en cómo reaccionaron todos los actores de esta historia. Pedro, el protagonista, según dice el texto no sabía muy bien qué es lo que estaba pasando y necesitó tiempo para procesar la situación y darse cuenta que el Señor lo había liberado.
La iglesia, reunida en oración en casa de María y, sin duda, pendientes de la suerte del discípulo encarcelado, no creen las buenas noticias que la pobre muchacha, una adolescente, les trajo acerca de la liberación del apóstol. De hecho la tildaron de loca y ante su insistencia le dieron explicaciones alternativas, debe ser su ángel, en alusión a la creencia judía de que cuando alguien moría su ángel se aparecía a los todavía vivos.
Estos días estoy orando por situaciones que, humanamente, no tienen solución y al leer este pasaje no podía por menos que preguntarme si mi actitud ante la oración es la misma que la comunidad cristiana de Jerusalén que, pareciera indicar el texto, oraban pero no esperaban que nada sucediera porque cuando algo sucedió fueron incapaces de creerlo una y otra vez como lo demuestra sus explicaciones alternativas a la realidad.
Necesito pensar más sobre mi oración. Algunas preguntas vienen a mi mente ¿Qué expresa mi oración? ¿Cómo oro? ¿Qué espero de la oración? ¿Cómo se relaciona la oración y el carácter de Dios?
Un principio


Orar esperando que Dios intervendrá.


Una pregunta


¿Qué refleja tu vida de oración?


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