HECHOS 34. EL MINISTERIO DE PABLO. EL PRIMER VIAJE MISIONERO 1


HECHOS 13:1-12


1 Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»[a]), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas[b]) y Saulo. 2 Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Consagren a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado». 3 Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron.

Primer viaje misionero de Pablo

4 Entonces Bernabé y Saulo fueron enviados por el Espíritu Santo. Descendieron hasta el puerto de Seleucia y después navegaron hacia la isla de Chipre. 5 Allí, en la ciudad de Salamina, fueron a las sinagogas judías y predicaron la palabra de Dios. Juan Marcos fue con ellos como su asistente.

6 Después viajaron de ciudad en ciudad por toda la isla hasta que finalmente llegaron a Pafos, donde conocieron a un hechicero judío, un falso profeta llamado Barjesús. 7 El tal se había apegado al gobernador, Sergio Paulo, quien era un hombre inteligente. El gobernador invitó a Bernabé y a Saulo para que fueran a verlo, porque quería oír la palabra de Dios; 8 pero Elimas, el hechicero (eso es lo que significa su nombre en griego), se entrometió y trataba de persuadir al gobernador para que no prestara atención a lo que Bernabé y Saulo decían. Trataba de impedir que el gobernador creyera.

9 Saulo, también conocido como Pablo, fue lleno del Espíritu Santo y miró al hechicero a los ojos. 10Luego dijo: «¡Tú, hijo del diablo, lleno de toda clase de engaño y fraude, y enemigo de todo lo bueno! ¿Nunca dejarás de distorsionar los caminos verdaderos del Señor? 11 Ahora mira, el Señor ha puesto su mano de castigo sobre ti, y quedarás ciego. No verás la luz del sol por un tiempo». Al instante, neblina y oscuridad cubrieron los ojos del hombre, y comenzó a andar a tientas, mientras suplicaba que alguien lo tomara de la mano y lo guiara.

12 Cuando el gobernador vio lo que había sucedido, se convirtió, pues quedó asombrado de la enseñanza acerca del Señor.

Este pasaje narra cómo Pablo y Bernabé fueron enviados a lo que sería el primer viaje misionero de los seguidores de Jesús y cómo este, en su primera escala les llevará a la isla de Chipre.

Vale la pena señalar el papel central del Espíritu Santo en todo este proceso. El Espíritu es quien indican que sean separados para esta responsabilidad. Es el mismo Espíritu el que los envía y quien con su poder respalda el trabajo que llevan a cabo Bernabé y Pablo.

Para mí la enseñanza tiene que ver con la importancia del Espíritu en mi vida y la necesidad, como ya indicaba hace un par de estudios, de ser sensible a su voz. Cuando hablamos del Espíritu Santo viviendo en nosotros no estamos hablando de una fuerza impersonal y misteriosa, nos referimos al mismo Jesús resucitado viviendo en nosotros y a través de nosotros de forma mística y espiritual.

En cuanto a oír su voz simplemente insistir en lo ya indicado, la importancia de aprender a escuchar y discernir su voz en medio de los innumerables estímulos acústicos que nuestro ser recibe.

Un principio

El Espíritu puede tener mucho protagonismo en nuestras vidas si se lo permitimos.

Una pregunta

¿Qué te impide pararte y escuchar su voz?


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.