Hechos resumen

HECHOS DE LOS APÓSTOLES RESUMEN

1. Escrito hace 1938 (2001) años. (63)

2.
Escrito desde Roma.

3.
Cubre un periodo de aproximadamente 29 años

4.
Escrito por Lucas, “él medico amado”.

5.
Lucas, es el único autor gentil (no Judío), de la Biblia.

6.
Lucas es de la ciudad de Antioquia.

7.
Lucas estuvo presente con Pablo en el segundo y tercer viaje
misionero, en el viaje a Roma y con Pablo en la cárcel.


8.
El libro esta destinado a Teófilo, al igual que el evangelio de Lucas.

9.
Teófilo era un apersona importante en el gobierno Romano de aquella época.

10.
El versículo clave del Libro describe las divisiones de la estructura del libro, sentido y su mensaje principal.
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. 1:8

11.
Del capitulo 1:1 al 8:4 todo sucede en Jerusalén con Pedro, a los Judíos, del 8:5 al 12:25 en Judea y Samaria con Felipe, a los Samaritanos, y del 13:1 al 28 31 en lo ultimo de la tierra con Pablo, a los gentiles.

12.
La palabra “testigos”, en Griego es: “Martus”. Que significa Mártir. “Y me seréis mártires”

13.
Los que oyeron estas palabras alcanzaron al mundo conocido de esa época.

14.
Dice la tradición que la mayor parte de ellos murieron como mártires en países lejanos.

15.
El tipo de literatura es Geográfico. Habla de 32 regiones, 58 ciudades, 12 islas, 4 mares, 1 río, 2 montes, 3 templos, 11 sinagogas, 1 teatro, 2 cárceles y 13 casas.

16.
53 veces habla del Espíritu Santo diciendo que hacer, como hacerlo y cuándo hacerlo.

17.
68 veces habla de multitudes y cantidades de personas salvas.

18.
El día de Pentecostés fue en el año 30 D.C., 50 días después de la crucifixión de Jesús.

19.
La fiesta de Pentecostés también se llama la fiesta de las Primicias y conmemora la promulgación de la Ley.

20.
El tema de los mensajes de los apóstoles es la resurrección de los muertos.

21.
Es un avivamiento desde el principio hasta el fin.

22.
Bueno es orar pidiendo a la dirección del autor (El Espíritu Santo) para entenderlo, leerlo todo de una sola vez en voz alta, y luego interceder por los países inalcanzados por el evangelio.


Tenían un pequeño altar dedicado “al dios sin
nombre”.

De los tiempos del Nuevo Testamento encontramos dos casos relacionados con la vida del apóstol Pablo. En Hechos 17:22- 23 leemos que cuando visitó Atenas, “Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: Al Dios no conocido. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio”.
Esta zona de Atenas estaba rodeada de templos y santuarios dedicados a los diferentes dioses que tanto griegos como romanos veneraban. Allí se encontraban los templos más importantes de Zeus y Atenea, además de muchos otros altares y lugares de adoración erigidos en honor a varias deidades menores.
Para asegurarse de que no hubieran pasado por alto ni un solo dios, los atenienses también tenían un altar con la inscripción “al Dios desconocido”.
Entre las ruinas del antiguo Imperio Romano se han hallado varias de estas inscripciones y altares. Tres de ellas se exhiben en el Museo Arqueológico de Estambul, todas dedicadas “al dios sin nombre”, es decir, al dios cuyo nombre ellos no conocían. Estos tres ejemplos provienen de otras ciudades del Imperio Romano, así que Atenas no era la única que contaba con un altar y una inscripción como ésta.

Letreros tallados, en el templo de Jerusalén, advertían a los gentiles que no debían entrar en las zonas reservadas sólo para israelitas.

En Hechos 21 se menciona un acontecimiento de la vida de Pablo que desató una cadena de reacciones que culminaron con su arresto, su comparecencia ante dos gobernadores romanos, su fatídico viaje a Roma y su confinamiento en esta ciudad. Pablo y varios de sus compañeros se encontraban en el templo de Jerusalén cuando estalló una revuelta que casi le costó la vida a Pablo. Los versículos 27 al 32 captan vívidamente los sucesos: “Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado este santo lugar. Porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo, de Éfeso, a quien pensaban que Pablo había metido en el templo.
”Así que toda la ciudad se conmovió, y se agolpó el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, e inmediatamente cerraron las puertas. Y procurando ellos matarle, se le avisó al tribuno de la compañía, que toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada. Éste, tomando luego soldados y centuriones, corrió a ellos. Y cuando ellos vieron al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo”. Pablo apenas logró escapar con vida, y probablemente hubiera muerto de no ser por el comandante militar romano que se hallaba cerca e intervino para salvarlo.
¿Cuál era el motivo de tanta conmoción? Unos judíos querían matar a Pablo porque pensaban que había deshonrado el templo al ingresar con gentiles a una parte del edificio donde sólo a los israelitas se les permitía entrar. Esto era algo que los judíos habían inventado, sobrepasando todos los límites de las instrucciones de Dios. Vemos un claro ejemplo de esta actitud en un letrero de advertencia hallado en el templo, uno de los muchos que en tiempos de Jesús y los apóstoles se colocaban, a intervalos regulares, a lo largo de una barrera de un metro y medio de altura en el recinto del templo. Se han encontrado dos de ellos.
Uno (una parte del letrero) se exhibe en el Museo de Israel en Jerusalén; el otro (todo el letrero) fue descubierto en Jerusalén bajo el gobierno otomán y enviado a Estambul. Originalmente, estos letreros eran blancos con las letras talladas pintadas en rojo para que se destacaran. El letrero advierte: “No se permite ningún gentil más allá de esta barrera en la plaza de la zona del templo. Cualquiera que entre será culpable de su muerte inminente”.
A los gentiles sólo se les permitía estar en el patio exterior del templo. Si un gentil traspasaba esos límites, se le acusaba de haber deshonrado el templo, ofensa que era castigada con la muerte. En el caso de Pablo, sus oponentes religiosos judíos pensaban que él había llevado a un gentil más allá de la barrera, mancillando así el templo, y estaban a punto de matarlo.
Más tarde, cuando Pablo se encontraba en Roma bajo arresto domiciliario a la espera de ser juzgado, probablemente reflexionaba sobre este hecho cuando le escribió a la iglesia en Éfeso y afirmó que Jesucristo derribó “la pared intermedia de separación” entre judíos y gentiles, para “reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades” (Efesios 2:14-16).
La mayoría de los comentarios bíblicos coinciden en que “la pared intermedia de separación” se refiere a la barrera en el patio del templo que los gentiles no debían traspasar, la misma en que se apoyaban esos letreros de advertencia.

Retos de Interpretación

· Debido a que Hechos es primordialmente una narración histórica, no un tratado teológico como Romanos o Hebreos, contiene relativamente pocos retos de interpretación. Aquellos que existen principalmente tienen que ver con la naturaleza de transición del libro e incluyen el papel de las señales y milagros.

Temas históricos y teológicos

  • Como la primera obra de historia de la iglesia que jamás se escribió, Hechos registra la respuesta inicial a la Gran Comisión (Mt. 28:19, 20). Provee información de las primeras tres décadas de la existencia de la iglesia, material que no se encuentra en ningún otro lugar en el NT. Aunque no es primordialmente una obra doctrinal, Hechos enfatiza que Jesús de Nazaret era el Mesías esperado por mucho tiempo por Israel, muestra que el evangelio es ofrecido a todos los hombres (no solamente al pueblo Judío), y enfatiza la obra del Espíritu Santo (mencionado más de 50 veces). Hechos también hace uso frecuente del AT: 2:17-21 (Joel 2:28-32); 2:25-28 (Sal 16:8-11); 2:35 (Sal 110:1); 4:11 (Sal 118:22); 4:25, 26 (Sal 2:1, 2); 7:49, 50 (Is. 66:1, 2); 8:32, 33 (Is. 53:7, 8); 28:26, 27 (Is. 6:9, 10).

  • Hechos abunda en transiciones: del ministerio de Jesús al de los apóstoles; del antiguo pacto al nuevo pacto; de Israel como la nación testigo de Dios a la iglesia (compuesta tanto por Judíos como gentiles) como el pueblo de Dios. El libro de Hebreos establece la teología de la transición del antiguo pacto al nuevo; Hechos muestra la manifestación práctica del nuevo pacto en la vida de la iglesia.

Un abrazo en Cristo.


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