Jesús es el Pan de Vida.

• A sus pobres saciaré de pan. – Salmo 132:15.

(Jesús dijo:) Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre. – Juan 6:51.

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Los milagros de Jesús siempre traen consigo un mensaje espiritual. Así sucede con el de la multiplicación de los panes (Juan 6:5-13). Mediante este milagro Jesús alimentó a miles de hombres, pero su objetivo no era sólo saciar su hambre física. En efecto, Jesús animó a aquellos a quienes había alimentado, a trabajar “por la comida que a vida eterna permanece” (Juan 6:26-27). Y cuando sus interlocutores le pidieron: “Señor, danos siempre este pan” (v. 34), Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35).

Ya en la ley dada por Dios a Moisés, la Biblia afirma que el hombre no vive sólo de pan, sino de lo que Dios dice, de lo que él nos reveló por medio de su Palabra (Deuteronomio 8:3). Ella alimenta, más allá de la existencia terrenal, una vida nueva en comunión con Dios. La descubrimos viniendo a Jesús por medio de la fe. Sólo él satisface nuestras necesidades más profundas, nuestras necesidades espirituales.

Sin embargo, algunos de los que se habían beneficiado de la multiplicación de los panes dejaron a Jesús. Si sólo creemos en él por los beneficios que eso conlleva, nuestra fe es muy superficial. Pero si lo conocemos como aquel que es el pan de vida, aquel que revela a Dios, entonces podremos decirle, al igual que Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). (Continua …)