Bendiciones hermanos.
Continuamos con la lectura del libro de Job, hoy con el capitulo 9 que trata un solo tema como, La sabiduría y el poder de Dios.
Padre nuestro, gracias por tu gran misericordia hacia nosotros, por tu palabra que nos guía día a día por el camino recto y porque siempre tenemos un hermano que nos exhorta cuando nuestra fe decae, danos sabiduría para no equivocarnos en el camino a seguir, cúbrenos de todo mal en el nombre de Jesús amen.
La sabiduría y el poder de Dios
1 Respondió Job, y dijo:
2 Ciertamente yo sé que es así;
¿Y cómo se justificará el hombre con Dios?
3 Si quisiere contender con él,
No le podrá responder a una cosa entre mil.
4 El es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas;
¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?
5 El arranca los montes con su furor,
Y no saben quién los trastornó;
6 El remueve la tierra de su lugar,
Y hace temblar sus columnas;
7 El manda al sol, y no sale;
Y sella las estrellas;
8 El solo extendió los cielos,
Y anda sobre las olas del mar;
9 El hizo la Osa, el Orión y las Pléyades,
Y los lugares secretos del sur;
10 El hace cosas grandes e incomprensibles,
Y maravillosas, sin número.
11 He aquí que él pasará delante de mí, y yo no lo veré;
Pasará, y no lo entenderé.
12 He aquí, arrebatará; ¿quién le hará restituir?
¿Quién le dirá: ¿Qué haces?
13 Dios no volverá atrás su ira,
Y debajo de él se abaten los que ayudan a los soberbios.
14 ¿Cuánto menos le responderé yo,
Y hablaré con él palabras escogidas?
15 Aunque fuese yo justo, no respondería;
Antes habría de rogar a mi juez.
16 Si yo le invocara, y él me respondiese,
Aún no creeré que haya escuchado mi voz.
17 Porque me ha quebrantado con tempestad,
Y ha aumentado mis heridas sin causa.
18 No me ha concedido que tome aliento,
Sino que me ha llenado de amarguras.
19 Si habláremos de su potencia, por cierto es fuerte;
Si de juicio, ¿quién me emplazará?
20 Si yo me justificare, me condenaría mi boca;
Si me dijere perfecto, esto me haría inicuo.
21 Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo;
Despreciaría mi vida.
22 Una cosa resta que yo diga:
Al perfecto y al impío él los consume.
23 Si azote mata de repente,
Se ríe del sufrimiento de los inocentes.
24 La tierra es entregada en manos de los impíos,
Y él cubre el rostro de sus jueces.
Si no es él, ¿quién es? ¿Dónde está?
25 Mis días han sido más ligeros que un correo;
Huyeron, y no vieron el bien.
26 Pasaron cual naves veloces;
Como el águila que se arroja sobre la presa.
27 Si yo dijere: Olvidaré mi queja,
Dejaré mi triste semblante, y me esforzaré,
28 Me turban todos mis dolores;
Sé que no me tendrás por inocente.
29 Yo soy impío;
¿Para qué trabajaré en vano?
30 Aunque me lave con aguas de nieve,
Y limpie mis manos con la limpieza misma,
31 Aún me hundirás en el hoyo,
Y mis propios vestidos me abominarán.
32 Porque no es hombre como yo, para que yo le responda,
Y vengamos juntamente a juicio.
33 No hay entre nosotros árbitro
Que ponga su mano sobre nosotros dos.
34 Quite de sobre mí su vara,
Y su terror no me espante.
35 Entonces hablaré, y no le temeré;
Porque en este estado no estoy en mí.
Notas:
Job 9:2 En su tercer discurso, Job reconoce ante todo la sabiduría y el poder soberano de Dios (9.1-19), pero lo que no acaba de entender es su justicia (9.20-35).
Job 9:2 Se justificará: otra traducción posible: tendrá razón. Cf. Sal 143.2.
Job 9:9 Cf. Job 38.31; Am 5.8.
Job 9:10 Cf. Job 5.9; Sal 147.1-6; Is 40.28.
Job 9:13 A los soberbios: Rahab. Este es un monstruo mitológico que para los antiguos simbolizaba los poderes enemigos de Dios. Véase Sal 87.4; cf. Job 26.12; Is 51.9.
Job 9:15 No podría responderle: Esta frase se puede interpretar de esta manera: no recibiría respuesta.
Job 9:19 Lo emplazará: heb. me hará presentarme.
Job 9:22 Al perfecto y al impío él los destruye: Job no comprende por qué sufre el inocente (cf. 10.2-7), y esa ignorancia, además de dejarlo indefenso frente a los reproches de sus amigos, le impide saber si valió la pena haber sido toda su vida un hombre temeroso de Dios (1.1).
Job 9:30 Agua de nieve: otra posible traducción: jabón.
Job 9:35 Me consta que no soy así: según la versión griega (LXX): no creo haberle faltado.
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