JUAN 58. EL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS 51

Juan 11:28-44

28 Después de decir esto, Marta llamó a María y le dijo en secreto: «El Maestro ha llegado, y te llama».

29 María se levantó en seguida y fue a verlo.30 Jesús no había llegado todavía a la casa, sino que estaba en el lugar donde Marta lo había encontrado.

31 Al ver que María se levantó y salió rápidamente, los judíos que estaban consolándola en su casa la siguieron. Ellos pensaban que María iba a llorar ante la tumba de su hermano.

32 Cuando María llegó adonde estaba Jesús, se arrodilló delante de él y le dijo:

–Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.

33 Cuando Jesús vio que María y los judíos que habían ido con ella lloraban mucho, se sintió muy triste y les tuvo compasión.34 Les preguntó:

–¿Dónde sepultaron a Lázaro?

Ellos le dijeron:

–Ven Señor; aquí está.

35 Jesús se puso a llorar,36 y los judíos que estaban allí dijeron: «Se ve que Jesús amaba mucho a su amigo Lázaro».37 Pero otros decían: «Jesús hizo que el ciego pudiera ver. También pudo haber hecho algo para que Lázaro no muriera».

38-39 Todavía con lágrimas en los ojos, Jesús se acercó a la cueva donde habían puesto el cuerpo de Lázaro, y ordenó que quitaran la piedra que cubría la entrada. Pero Marta le dijo:

–Señor, hace cuatro días que murió Lázaro. Seguramente ya huele mal.

40 Jesús le contestó:

–¿No te dije que si confías en mí verás el poder de Dios?

41 La gente quitó la piedra de la entrada. Luego, Jesús miró al cielo y dijo:

«Padre, te doy gracias porque me has escuchado.42 Yo sé que siempre me escuchas, pero lo digo por el bien de todos los que están aquí, para que crean que tú me enviaste».

43 Después de decir esto, Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!»44 Lázaro salió de la cueva envuelto totalmente en las vendas de lino con que lo habían sepultado. Su cara estaba envuelta con un pañuelo. Por eso Jesús le dijo a los que estaban allí: «Quítenle todas las vendas, y déjenlo libre».

Este pasaje describe el encuentro de Jesús con María y la resurrección propiamente dicha de Lázaro. Todo y la importancia de este pasaje no ha sido, sin embargo, lo que ha llamado mi atención de este pasaje.

Tres veces se menciona el estado emocional del Maestro. Las palabras cambian de versión a versión, en esta que uso para ilustrar la entrada se habla de muy triste. La que uso para leer la Biblia diariamente se habla de profundamente emocionado.

No parece tener sentido que Jesús se emocione y llore por la muerte de su amigo cuando era consciente que en cuestión de minutos iba a resucitarlo llevando a cabo el milagro. No parece tener sentido, a menor que, refleja la realidad de la humanidad de Jesús. Llorar, sentirse conmovido por la muerte de un amigo es la respuesta normal y natural de cualquier ser humano emocionalmente saludable.

Y esto es lo que refleja este pasaje que Jesús es profunda y ciento por ciento humano y como tal, experimenta y vive todas las dimensiones de nuestra humanidad, incluyendo el dolor físico, emocional y, como sabemos, la muerte.

Esta vertiente humana de Jesús es muy importante para mí. Significa que Él puede entender mi humanidad porque la ha compartido. Significa que puedo compartir cualquier cosa con Él, sea buena o sea mala, sabiendo que puede entenderme, identificarse y, por tanto, sentir empatía por mí. Muchas, muchas veces en mi vida he experimentado la amarga sensación de que aquel con quien hablo no puede entenderte porque nunca ha experimentado lo que yo siento o vivo. No es así con Jesús, Él siempre entiende, porque ha estado allí.

Un principio

Jesús es profundamente humano y, por tanto, puede entender mi humanidad.


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