JUAN 68. LOS ÚLTIMOS DÍAS EN JERUSALÉN 5

Juan 14:1-14

1 Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos:

–No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí.2 En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar.3 Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos.4 Ustedes conocen el camino para ir a donde yo voy.

5 Pero Tomás le dijo:

–Señor, si no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?

6 Jesús le respondió:

–Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.7 Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre. Y desde ahora lo conocen, porque lo están viendo.

8 Entonces Felipe le dijo:

–Señor, déjanos ver al Padre. Eso es todo lo que necesitamos.

9 Jesús le contestó:

Felipe, ya hace mucho tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, también ha visto al Padre. ¿Por qué me dices «Déjanos ver al Padre»?10 ¿No crees que yo y el Padre somos uno?

Y a los discípulos les dijo:

–Lo que les he dicho, no lo dije por mi propia cuenta. Yo sólo hago lo que el Padre quiere que haga. Él hace sus propias obras por medio de mí.11 Créanme cuando les digo que mi Padre y yo somos uno solo. Y si no, al menos crean en mí por lo que hago.12 Les aseguro que el que confía en mí hará lo mismo que yo hago. Y, como yo voy a donde está mi Padre, ustedes harán cosas todavía mayores de las que yo he hecho.13 Yo haré todo lo que ustedes me pidan. De ese modo haré que la gente vea, a través de mí, el poder que tiene Dios el Padre.14 Yo haré todo lo que ustedes me pidan.

Comienza el capítulo 14 y con él algunos de los discursos más íntimos de Jesús donde comparte importantes principios espirituales y prácticos para nuestra vida cotidiana. En estos pocos versículos se comparten, a mi entender, cuatro cosas muy importantes:

En primer lugar, una invitación. Jesús me invita a que mis miedos, inquietudes y angustias pueda echarlas en sus manos y descanse y confíe en Él.

En segundo lugar, una afirmación, Jesús me asegura que la eternidad estaré con Él y el Padre.

En tercer lugar, una explicación. Jesús afirma que nadie puede llegar a Dios si no es por medio de Él. Esta declaración por parte del Maestro ha creado muchas discusiones y objeciones por su carácter exclusivo. A muchas personas les cuesta aceptar y entender que únicamente por medio de Jesús alguien pueda llegar a Dios. Afirmaciones del tipo, todos los caminos llevan a Dios, Dios es uno y cada persona lo entiende de forma diferente. Lo importante es ser sincero, etc., etc., son la respuesta natural de aquel a quien le cuesta aceptar la exclusividad de las afirmaciones de Jesús. Pero tiene todo el sentido del mundo este carácter exclusivo si tenemos en cuenta que el Maestro es el mismo Dios hecho ser humano, tomando la iniciativa de acercarse a nosotros, bajando a nuestra realidad. Esa aparente tensión desaparece, sería como afirmar que sólo a través de Dios puede llegarse a Dios.

En cuarto lugar, hay una promesa, nuestras oraciones serán escuchadas y honradas por el Padre.

Un principio

No debemos olvidar que Jesús es el Dios hecho ser humano.


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