La Muerte.

Muerte El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.Juan 3:36.

Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.Hebreos 9:27.

» Escuchelo aquí… en su dispositivo Móvil [iPod, iPhone, iPad, Androide ó Celular]

«¡Bailad la noche de mis funerales!». Esto fue lo que recomendó a sus amigos un célebre cantante poco antes de su muerte. ¿Era una burla, una presunción o pura ceguera? Sólo Dios lo sabe, y vale la pena escuchar lo que él nos dice de la muerte.

La muerte es la sentencia que Dios ha pronunciado sobre el hombre. Es un momento solemne, pues para cada individuo marca el término del tiempo que Dios le dio para volverse a él. Después de la muerte sólo hay dos lugares posibles para el alma del difunto, y no se puede pasar de un lugar al otro (Lucas 16:19-31). Ni las oraciones ni las ofrendas de los que nos aman pueden cambiar el destino que escogimos mientras estábamos vivos. Todo queda decidido antes de la muerte. “El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados” (Mateo 9:6).

La muerte no debe tomarse a la ligera. El que rechaza la salvación ofrecida por Dios debe saber que no va hacia una llamarada fugaz, sino hacia un lugar definido mediante esta expresión terrorífica: “el lago que arde con fuego y azufre” (Apocalipsis 21:8).

Para el creyente, la muerte es algo muy diferente. El cuerpo va al polvo y su alma se va a Jesús, al paraíso. Cuando el Señor regrese, cuerpo y alma se juntarán en un cuerpo resucitado y glorioso para vivir eternamente con Dios.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.