La oración: Preparar el camino de Dios

La oración: Preparar el camino de Dios
Colosenses 1:9:
Un siervo del Señor ha dicho muy bien: «La oración es la vía para la obra de Dios.» En efecto, la oración es para la voluntad de Dios lo que la vía es para el tren. La locomotora es una máquina de gran potencia, puede recorrer dos mil kilómetros en un día. Pero si no hay vía, no puede avanzar ni un metro. Si trata de ponerse en marcha sin vía, pronto se atascará en la tierra. Tiene la capacidad de recorrer grandes distancias, pero con todo, no puede ir a ninguna parte si primero no le han puesto la vía. Y así es la relación entre la oración y la obra de Dios. No creo que sea necesaria una explicación más detallada, pues espero que todos hayan podido darse cuenta del significado de esta comparación. Sin duda alguna Dios es todopoderoso y obra poderosamente, pero no puede obrar y no obrará si usted y yo no nos esforzamos mano a mano con El en oración, si no preparamos el camino para su voluntad y si no oramos «con toda oración y súplica» (Efesios 6:18), con el fin de lograr para el Señor la condición necesaria para obrar. Son muchas las cosas que Dios quiere hacer y le gustaría hacer, pero tiene las manos atadas porque sus hijos no le dan apoyo y no han orado para prepararle el camino. Permítaseme decir a todos los que se han entregado completamente a Dios: Examínense a sí mismos para ver si en este asunto han estado limitando al Señor día tras día.
Por lo tanto, nuestra labor más importante es preparar el camino del Señor. No hay ningún trabajo que pueda compararse a este trabajo. Para Dios hay muchas «posibilidades»; pero se convertirán en «imposibilidades» si los creyentes no abren caminos al Señor. Así pues, nuestras oraciones acordes con la voluntad de Dios deben aumentar considerablemente. Oremos exhaustivamente, es decir, oremos hasta la certeza de la respuesta, hasta el fondo, en todas direcciones, para que la voluntad de Dios prospere en todos los aspectos. Aunque nuestras actividades entre los hombres son importantes, el que trabajemos con el Señor por medio de las oraciones que le ofrecemos, es macho más importante.
La oración no es un intento de restaurar los designios del cielo. Es una idea muy equivocada la de creer que como Dios es inflexible, necesitamos, por medio de la oración, entrar con El en combate para subyugarle» y hacerle cambiar de decisión. Cualquier oración que no esté de acuerdo con la voluntad de Dios carece de toda fuerza. Hemos de contender ante Dios como si estuviéramos en desacuerdo, sólo porque su voluntad está bloqueada por hombres o por el diablo y, por lo tanto, deseamos ardientemente que El ejecute su voluntad para que los designios divinos no se retrasen p or causa de la oposición. Deseando así que se cumplan los designios divinos y orando, sí, y hasta luchando contra todo lo que se opone a su voluntad, preparamos el camino para que El lleve a cabo sus designios, sin permitir que nada que venga del hombre o del diablo prevalezca temporalmente. Es cierto, parece que estamos luchando contra Dios, pero en realidad tal lucha no es contra Dios, como si lo obligáramos a cambiar su voluntad para acoplarse a nuestros deseos; en realidad la lucha es contra todo lo que se opone a Dios, para que El haga su voluntad. Por lo tanto, debemos darnos cuenta de que no podremos orar como colaboradores de Dios a menos que sepamos realmente cuál es su voluntad.
Habiendo entendido algo el verdadero significado de la oración, seamos doblemente cautos no sea que la carne entre subrepticiamente. Démonos cuenta de que si Dios enviara por sí mismo a los trabajadores, entonces, ¡Cristo no nos habría ordenado orar al Señor de la mies que enviara trabajadores! Si el nombre de Dios fuera santificado espontáneamente, si su reino viniera sin necesidad de nuestra cooperación, y si su voluntad se hiciera en la tierra en forma automática, el Señor Jesús nunca nos habría enseñado a orar de la manera que nos enseñó. Si El mismo fuera a volver sin necesidad de que su iglesia lo pidiera, el Espíritu del Señor no habría movido al apóstol Juan a reclamar a gritos su pronta vuelta. Si Dios Padre fuera a hacer que todos los creyentes fuesen uno en forma espontánea, ¿habría orado nuestro Señor a su Padre p que ara esto se realizara? Si trabajar de acuerdo con Dios no fuera esencial, ¿cuál sería la utilidad de la continua intercesión de nuestro Señor en el cielo?
Oh, ¡comprendamos que la oración acorde con la voluntad de Dios es más vital que ninguna otra cosa! Porque Dios puede obrar solamente en los asuntos en que sus hijos le han dado apoyo. Dios rehúsa obrar en aquellas áreas en que no hay oración y donde la voluntad de su pueblo no está unida a su voluntad. La oración con unidad de voluntades es verdadera oración. El motivo más alto de la oración no es obtener la respuesta. Es unir la voluntad del hombre con la de Dios para que el Señor pueda obrar. Puede que algunas veces pidamos en forma incorrecta, y por eso nuestra oración quede sin contestar; mas con todo, si nuestra voluntad está unida a la de Dios, el Señor aún ganará, pues aprovechando nuestro acuerdo con El, todavía podrá el Señor llevar a cabo su voluntad.
Tomado de: “OREMOS” W. Nee
*************************
Aguas refrescantes 13 de julio
Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Génesis 19:26.
Es posible que un creyente abandone exteriormente el mundo dejando todo atrás, y sin embargo, interiormente se aferre a aquellos elementos que abandonó por causa de Cristo. El solo hecho de mirar a la distancia con anhelo es prueba suficiente de lo fácil que sería el regresar y tomar nuevamente posesión de lo que un día abandonamos.
Es por eso que Jesús amonestó solemnemente a sus discípulos a que recordaran la mujer de Lot. Ella no olvidó sus antiguas posesiones aun estando en gran peligro. No se nos dice que haya dado un solo paso hacia atrás en dirección a Sodoma. Lo único que hizo fue mirar hacia atrás. Sin embargo, ¡cuánto reveló esa mirada regresiva! La pregunta clave es siempre la misma: ¿Dónde está afincado mi corazón? ‘
Watchman Nee
Jesús es el Señor! – Jesus is Lord – Jesus ist der Herr – Yeshua adonai – Gesù è il Signore – Jésus est Seigneur – Ιησους ειναι ο Λορδος – Иисус – Господь – يسوع هو الرب – 耶稣是主 – 主イエスは – Jesus é o Senhor – Jesus är lorden
Literatura disponible en:
[email protected]
[email protected]

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.