«Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte.»
Job 19:25 (NVI)
Hace algunos años murió repentinamente un amigo bastante jóven. No solo jóven, con esposa y varios hijos. De camino al cementerio, una señora amiga dijo mientras su voz pasaba de sólida a llorosa: «Y yo creí que Dios lo iba a resucitar.» Esperanza. Algo nos queda muchas veces y es: Esperanza.
Hoy sábado era el día de la resaca, de los sentimientos encontrados, del «era o no era», del «¿y los milagros que hizo?». Los discípulos sentían algo más que aprecio por Jesús y en ese algo más que aprecio hoy la noticia que todos esperaban era: ¡RESUCITO! ¡SE LEVANTO! Pero no… un día de reposo normal, la gente camino al Templo, la Sinagoga, preparando todo para las oraciones y las costumbres del día. Un día normal. Pero surreal: ¿Será verdad lo que pasó ayer?
En medio de la «resaca», de la esperanza que parecía perdida, Dios sigue con su plan, Dios le da pa´lante. ¿podremos creer hasta mañana?
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