¿Alguna vez se ha sentido usted vacío?
Hay un vacío del alma que es más profundo que el hambre física. Puede surgir cuando aparentemente todo marcha bien. Quizá no estemos satisfechos aunque hayamos alcanzado nuestras metas, por lo que no tengamos verdadera paz ni gozo y estemos al borde de la desesperación.
La mujer samaritana es un ejemplo de alguien que se siente vacío.Había tenido cinco maridos y en esos momentos vivía con otro que no era su marido: era evidente que andaba en busca de algo o alguien que llenara el vacío. ¡Y por fin lo encontró! El Señor Jesús le dio significado a su vida y está dispuesto a hacer lo mismo con usted.
La respuesta de Dios a una vida vacía
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