La seguridad de un perfecto plan

«Sabemos que Dios prepara todo para el bien de los que le aman, es decir, los que él ha llamado de acuerdo a su plan» Romanos 8:28 


Este pasaje leí esta mañana en mi devocional y es un buen texto para compartirte hoy.Te sugiero leerlo con la Biblia en mano porque cito algunos versículos que por razones de espacio no los transcribo aquí.


Al leer Romanos 8:28 dentro de su contexto más inmediato (que viene hablando de la seguridad del cristiano incluso ante el sufrimiento v.17) me llevó a la siguiente conclusión:

Es una gran gran GRAN promesa: «Dios prepara TODO para bien». ¿Absolutamente TODO?, Sí, TODO. Lo bueno y lo malo. ¡Grandísima promesa! pero es exclusiva. Es decir, no es aplicable a todo el mundo o a cualquiera.

1- Es para aquellos que lo aman: «Sabemos que Dios prepara todo para el bien de los que lo aman»


2- Es para aquellos que han sido llamados por Él, conforme a su propósito que, según el v. 29 es «conformarnos a la imagen de su Hijo» y que se cumplirá indefectiblemente, como lo afirman los v. 29 al 39. 



No son dos grupos de personas (los que le aman y los llamados), sino uno solo. Desde el punto de vista humano, los acreedores de esta promesa son descriptos como los que «aman a Dios», pero desde el punto de vista divino son «los que Él ha llamado» para llevar a cabo la obra monumental de conformarnos a la imagen de Jesús. Y podemos decir que los que Él ha llamado aman a Dios. Estaremos de acuerdo, seguramente, que amar a Dios no solo es cuestión de sentimientos sino que se ve en la obediencia, en aceptar su Voluntad expresada en su Palabra, etc.
TODO lo que le sucede a estos es para su bien porque no sólo colabora con el propósito eterno de Dios (conformarnos a la imagen de su Hijo) sino que a pesar de lo que nos suceda en este mundo, su plan se cumplirá indefectiblemente:


«Porque a los que antes conoció, también LOS PREDESTINÓ para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y a los que predestinó, A ESTOS TAMBIÉN LLAMÓ; y a los que llamó, A ÉSTOS TAMBIÉN JUSTIFICÓ; y a los que justificó, A ESTOS TAMBIÉN GLORIFICÓ.»  
v. 29-31 (énfasis añadido)


¡Es Dios quien se ha propuesto hacerlo! ¡Es una obra absolutamente divina! Es Él el que predestina, es Él el que llama, es Él el que justifica y es Él quien glorifica.


Por eso continúa:


«¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?»


Conocer esto debería llenarnos de seguridad, por eso Pablo empieza diciendo: «Y SABEMOS»… Sabemos….¿lo sabemos?…


Y como Dios se ha propuesto llevarlo a cabo, finaliza diciendo: 


«¿Quién acusará a los escogidos de Dios? DIOS ES EL QUE JUSTIFICA. 
¿Quién es el que condenará? CRISTO ES el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? …
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.» 



No importa lo que suceda…Dios está en control y no hay situación, persona, ni mal que detenga su plan.


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