La tempestad azota,,,,, pero mi corazón reposa

Un párrafo dentro de un artículo publicado por
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dice así:
«Hay muchos paises en el mundo actual donde los cristianos
son martirizados por su fe.
Los creyentes en Afganistán se enfrentan a amenazas de muerte.
En Uzbekistán, Nigeria y muchos otros paises en todo el mundo
se enfrentan a la violencia, la cárcel e incluso la muerte.
Hay otros lugares en el mundo como Corea del norte,
donde tienen lugar numerosos actos de persecución
pero no se publican, ni se oye hablar de ellos.»

 Tremendas ciscunstancias deberían ser ocasión de luchas internas
en el ser humano. Preguntas constantes de porqué defender tal fe que sólo les lleva
al sufrimiento y acarrea problemas en vez de bendición.


Es más, sin llegar a tales límites, quizás tú y yo nos estemos
enfrentando y atravesando situaciones adversas, en mayor o menor índole,
como consecuencia de nuestra fe en Dios,
y ello, te lleva al punto de sopesar principios y hábitos bíblicos.


Para estos momentos de adversidad,
que a todo hijo de Dios, tarde o temprano nos llega,
tenemos que recordar y clavar en nuestra mente y corazón
lo que bien nos dice Isaías 26:3, y es:



«Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;
porque en ti ha confiado».

¡Parece que hemos olvidado tan bella verdad!

Billy Graham,
en el último capítulo de su libro titulado «Paz con Dios»,
nos dice:

«Hay aún muchas cosas que no comprendes. Hay aún muchos misterios,
numerosos problemas que te desconciertan.
Pero, en tu fuero interno,
el reposo y la paz profunda te procuran una vida de confianza.
Has hallado en el ideal cristiano ventajas
que desafían todos los conceptos filosóficos.
El materialismo, el comunismo, todas las demás ideologías
no pueden compararse con la que Cristo ofrece.

El doctor Thiessen eb su obra sobre la ética cristiana enumera ciertas ventajas
que enumeraremos aquí.
Primeramente la adopción .
En el momento en que aceptaste a Jesucristo como tu Salvador personal,
fuiste adoptado en la familia de Dios.  
Ahora eres hijo, tienes ciertos privilegios y responsabilidades que
sólo la familia real puede conocer.
Por tus venas circula la sangre real mediante la adopción.
Fuiste constituido miembro de la familia del Rey de reyes 
y Señor de los señores.

Segunda, eres un heredero.
La Biblia enseña que cuando naciste de nuevo,
tu posición en Cristo te convirtió en coheredero con El.
Ya eres heredero de todas las cosas.

Tercera, posees paz.
Podemos experimentar la paz únicamente cuando recibimos el perdón divino,
cuando nos reconciliamos con Dios
y tenemos armonía interior con nuestros prójimos
y especialmente con Dios.
Por medio de la sangre de la cruz,
Cristo firmó la paz con Dios a nuestro favor.
El mismo es nuestra paz.
Si mediante la fe le aceptamos, somos justificados por Dios
y conocemos la serenidad interior,que no alcanza al hombre por ningún otro medio.

Cuando Cristro entra en nuestro corazón 
estamos libres de la obsesión del pecado.
Purificados de todo sentimiento de comunicación,
erguimos la cabeza, seguros de que podemos mirar de frente a nuestros prójimos.
Aún más importante,
sabemos que podemos comparecer ante Dios
en la hora de la muerte,
con esa misma paz y seguridad.
Ni el comunismo ni ninguna otra filosofía,
pueden prometer tanto».


En el libro se enumeran hasta siete privilegios 
de los que el cristiano puede gozar, pero el resto………….
  los dejaré para más adelante.

Sin embargo, ya sólo estas tres ventajas
deberían ser más que suficientes,
para como dice justo el último párrafo del libro,
podamos nosotros también
repetirnos:

«En Cristo tenemos reposo y paz 
en medio de las confusiones, extravíos y perplejidades de esta vida.
La tempestad azota,
pero nuestros corazones reposan.
HEMOS HALLADO, POR FIN, LA PAZ».
   



 


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