Las dos conciencias

 

 

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su
descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por
la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los
herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley
produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por
tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la
promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la
que es de la ley, sino también para la que es de la fe de
Abraham, el cual es padre de todos nosotros”. Romanos
4:13-16

 

Padre en esta hora te pido que abras nuestra mente y nuestro
corazón, que tu palabra penetre y sea escrita en nuestros
corazones como tú lo has prometido.

 

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su
descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por
la justicia de la fe”.

 

Hablemos de las promesas que Dios tiene para nosotros, sanidad,
salud, prosperidad, riquezas, paz, gozo… el mundo entero (¡Lo
dice la palabra!). Pero muchos hijos de Dios no heredamos la
bendición sino que la mendigamos. ¡Es mas vivimos mendigando las
bendiciones y no las recibimos!.

 

 

“Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que
quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden.
Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones,
para satisfacer sus propias pasiones”. Santiago 4:2-3
(NVI)

 

Conciencia de
Egoísta:

 

Según Santiago muchos hijos de Dios no recibimos porque pedimos
mal o con malas intensiones como dice la NVI. Estas intenciones
se dan a conocer por que solo pensamos en nosotros, en nuestras
pasiones y deseos. ¡Lo mas difícil de descubrir!.

 

La conciencia egoísta es muy sutil que nos engaña a nosotros
mismos. Por ejemplo una persona que sea creyente en Dios,
normalmente se acerca Dios pidiendo perdón, sintiéndose culpable,
sintiendo condenación y culpa. Esta mentalidad es demasiado sutil
que no nos damos cuenta fácilmente, pero muchas veces se hace
obvia por nuestras acciones.

 

Cuando Pedro vio el milagro de la pesca, su primera impresión fue
de culpabilidad y Jesús completamente ignoro su culpabilidad:

 

“Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante
Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy
hombre pecador.
Porque por la pesca que habían hecho, el
temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con
él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran
compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás
pescador de hombres”
. Lucas 5:8-10

 

¿Te das cuenta del contraste de pensamientos? Jesús corrigió su
sentimiento de culpabilidad y temor: NO TEMAS y enseguida le dio
un mensaje de aceptación: “desde ahora serás pescador
de hombres”.

 

¡Desde ahora tu y yo trabajaremos juntos!. Cuando nos acercamos a
Dios, siempre tenemos una conciencia de pecado, esta conciencia
entro desde el jardín del edén cuando Adam peco:

 

“Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se
avergonzaban”. Génesis 2:25

 

Poco después…

 

“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos,
y conocieron que
estaban desnudos
; entonces cosieron hojas de higuera, y se
hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se
paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto”. Génesis 3:7-8

 

La conciencia de nosotros mismos, la conciencia egoísta comenzó a
reinar en la vida de Adam y Eva. Aun hoy en día cuando nos
acercamos a Dios todavía reina una conciencia egoísta de nosotros
mismos y esta misma nos impide ver a Dios. Desde ese día la
conciencia centrada en ellos mismos se agudizó o comenzó a reinar
en ellos mismos.

 

Hasta hoy en día cuando nos acercamos a Dios tenemos más
conciencia de nosotros mismos, que la conciencia de él, de quien
es el. ¡Esto no existía antes de la caída de Adán y Eva!.

 

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su
descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por
la justicia de la fe”.

 

Por eso Pablo explica, que las promesas de Dios fueron desde
antes de la promesa. Abraham rompió ese paradigma y a pesar de
sus errores (recuerda que él no tenía la ley – los diez
mandamientos), aun así Dios le dio la promesa.

Abraham también tenía la conciencia de pecado, de el mismo.
Centrada en el y cuando llegó a obedecer a Dios a tal grado que
perdió la conciencia de él.

A pesar de ser pecador y con todas sus fallas el obedeció al
sacrificar al hijo de la promesa en el altar. Ese sacrificio era
el mismo sacrificando su egoísmo, su propio deseo, sus propias
aspiraciones, Isaac representaba toda su vida. Abraham se estaba
sacrificando el mismo en ese acto. Por eso el capítulo 22 de
Génesis comienza aclarando que fue una prueba para Abraham (pero
él no lo sabía).

 

En esta prueba Abraham se sacrifico el mismo. No por nada Dios le
prometió la gran bendición:

 

“Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto
has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como
las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del
mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu
simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por
cuanto obedeciste a mi voz”. Génesis 22:16-18

 

La biblia dice que Abraham camino tres días para hacer este
sacrificio, durante estos tres días Abraham murió, cada paso que
daba hacia el monte Moriah, estaba muriendo a la promesa en la
carne. (Ni un reclamo a Dios) La ley representa todo lo que
puedas hacer para ganarte la bendición, es algo inato en la mente
de cualquier persona. Por eso en el mundo hay tanta gente
religiosa, pero hay pocos espirituales. Pero Pablo aclara en
Romanos que heredamos las promesas de Dios, que somos herederos:

 

“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su
descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por
la justicia de la fe”.

 

Por lo tanto la fe rompe la conciencia egoísta. Fue por la fe que
Abraham rompió con esa conciencia de pecado. Rompio la conciencia
de adorar solo cuando todo esta bien, rompió con la conciencia de
el mismo para enfocarse en Dios. Nuestra justicia viene por la fe
y Abraham se mantuvo creyendo.

 

Conciencia de
Cristo:

 

“Porque si los que son de la ley son los herederos,
vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos
4:14

 

La biblia declara que la ley nos guía a Cristo. Esto quiere decir
que la ley te lleva a que te des cuenta que nunca vas alcanzar
las bendiciones de Dios por medio de la ley. En este pasaje Pablo
dice que si heredamos las bendiciones por la ley entonces la fe
se anula y por lo tanto no necesitamos la fe. En todo caso las
bendiciones son ganadas. Y por lo tanto anula también las
promesas de ser herederos de las bendiciones de Dios.

 

Una mentalidad centrada en nuestro egoísmo anula la fe, y todo lo
que no proviene de fe es pecado. Y este pecado de no creer por fe
anula la promesa. Y por lo tanto no podemos heredar las promesas.

 

“Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley,
tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por
gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también
para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos
nosotros”. Romanos 4:13-16

 

En otras palabras necesitamos la fe de Abraham para heredar las
promesas, una mentalidad libre de la ley, libre de egoísmo, libre
de conciencia de pecado. Pero una conciencia que es de fe, de
creer, de saber que Cristo es todo y para todos.

 

Cristo es nuestra justicia, Cristo es nuestra santidad, Cristo es
nuestra sabiduría, Cristo es nuestra redención. Cristo es todo lo
que necesitamos.

 

Esta conciencia de Cristo necesita reinar en nuestros corazones.
La conciencia de pecado intentara regresar y reinar, la
conciencia de egoísmo tratara de reinar en nuestra vida. La
conciencia de que estamos “desnudos” tratara de reinar en nuestra
vida. La conciencia de la ley tratara de reinar en nuestra vida.

 

Nos acercamos a Dios, recibimos las bendiciones de Dios, Dios nos
habla, Dios nos bendice no porque nos ganamos o merecemos por
méritos propios. Si no porque Cristo nos dio acceso, Cristo ganó
la bendición para mi. Cristo es la fe que necesitamos para
recibir la bendición.

 

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud
para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el
espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba,
Padre!”.  Romanos 8:15

 

“Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin
de que la promesa sea firme para toda su descendencia”. Romanos
4

 

La única manera en que la bendición puede continuar en la línea
de bendición es que se transfiera por fe, no por méritos propios.
Es esa fe que tenemos en Cristo que nos da acceso al padre, es
esa fe la que nos da acceso a las bendiciones. La conciencia que
tenemos de Cristo es la que nos hace aceptos, justos, amados,
bendecidos. Nuestra conciencia debe cambiar de lo que nosotros
somos a quien es el.

 

Podemos pasar toda una vida luchando con nuestra mentalidad de
pecado, o podemos aceptar lo que Cristo hizo por nosotros en la
cruz. Nuestra mentalidad centrada e nosotros mismos no esclaviza
a una vida de servidumbre. ¡Nuestra vida centrada en Jesús nos
hace vivir libres! Vivimos por lo que el es y no por lo que
nosotros somos.

 

“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré
del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo
me olvidaré de tus hijos”. Oseas 4:6

 

Más que los diez mandamientos, la palabra de Dios es la ley.

 

Dios decía “entren y posean la tierra” y ellos decían somos
langostas (centrada en ellos):

 

“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la
muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y
del don de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno
vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por
la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de
vida.

 

Por la justicia de Cristo es que ahora recibimos la justificación
de la vida. No por la ley o por cumplir con las normas de la ley.
No por mi conciencia de pecado, sino por la conciencia o
conocimiento de quien es Cristo. No por el cumplir con la ley
recibo la bendición, no por cumplir con lo religioso recibo la
bendición.

 

Amigo y amiga: ¿Quien es Cristo para ti? Pide a Dios que sea la
menara de pensar de Cristo Jesus la que reine en tu vida. Recibe
la abundancia de la gracia que viene por medio de Jesucristo y el
don de la justicia.

 

Entonces te darás cuenta que no es por tu méritos ni por tu
 justicia, si no que es por los meritos de Cristo y por su
justicia que recibimos su gracia y su justicia. ¡El es nuestra
justicia! Significa el nos hizo aptos para recibir le bendición.

 

¡Por eso alabamos el nombre de Jesús! ¡Por eso adoramos a Jesús!

 

ORACION:

Padre te bendecimos y te damos gloria, gracias por Jesucristo y
su sangre derramada por nosotros. No podemos más que agradecer lo
que hiciste por nosotros en la cruz por eso te alabamos y te
bendecimos. Amen.

 

Escríbeme si fue de bendición:

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

 

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