En tiempos medievales surgió este método. Más que una forma de leer, es un recordatorio de cómo dialogar con Dios. ¿En qué consiste?
Lectio: la lectura del texto. ¿Qué dice?
Meditatio: la meditación del texto. Detenerse en un párrafo, una sección, una frase, y como cuando se prepara un té, dejar que la infusión transforme el agua simple
Oratio: la oración del texto. Usar frases para alabar, pedir, agradecer a Dios. Pedir prestadas del autor los conceptos que necesitamos hoy.
Contemplatio: la aplicación del texto. Dejar que el texto nos interprete a nosotros, que fluya en nosotros, que viva en nosotros. Que encarne en nosotros.
Un método sencillo, pero de gran utilidad. Que Dios me ayude a ser más fiel en mi tiempo a solas con Él. A final de cuentas, esto es solo un método, pero lo importante es que la Palabra more en abundancia dentro de mí.
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