Lo que Darwin no sabia – La evolución no se ha podido demostrar

El representante de PSSI en España, el Dr. Antonio Martinez, considera que, dado el nivel de la ciencia actual, resulta una tomadura de pelo que se pretenda dar respuesta al origen y desarrollo de la vida desde la teoría de la evolución.

Reciba mi reconocimiento por su valentía…pero no se ‘moja’; no plantea sin miedo que los datos apuntan más hacia la existencia de un gran ‘Creador’. Es absurda la creencia de que todo, exactamente todo ente biológico actual, provino de la ‘casuística’ serie de transformaciones que sufrió una especie de ‘unicelular’ alga marina, que llegó a la orilla de la playa y, de forma ‘no explícita’, luego de transformaciones extraordinarias, ella ‘solita’ comenzó a convertirse en frondosos árboles, versátiles animales de todo tipo (incluyendo, por supuesto, a los gigantescos dinosaurios) y, al final, en hombre. ¿En serio que esto responde las expectativas de alguien?

Las denuncias de la Asociación Española de Biología Evolutiva, alegando falta de rigor científico de los conferencistas, (pese a que entre estos hay dos doctorados y dos médicos) ha logrado parte de su propósito y algunas de las actividades programadas han sido denegadas después de su aceptación inicial.

Dichos disertantes son Tom Woodward, doctorado por la universidad de Florida, Isaac Lorencez, doctorado en el Instituto Federal de Tecnología de Zurich; más los médicos Geoffrey Simmons y el propio Antonio Martínez. Todos ellos fundamentados en “pruebas científicas” contrarias a las tesis de Darwin. Es decir, dos doctorados y dos médicos, son considerados ‘a priori’, como faltos de rigor científico.

¡Hemos asistido al sepelio de la ‘Libertad de Expresión’!

¿Cuál es el ‘yuyo’ de la Asociación Española de Biología Evolutiva? ¿Es posible que no se sientan lo suficientemente competentes como para rebatir las vigorosas y bien sustentadas ideas de este grupo? Quizás teman que dentro de poco, Dios mediante, serán unos cuantos millones, pues la luz siempre prevalece sobre las tinieblas.

Es lógica su aprensión; se juegan un ‘trabajo’ que, aunque basado en especulaciones, hoy por hoy representa un status personal… y el dinerito de todos los meses.

Pero, vayamos al grano: todos coincidimos en la pasmosa existencia del código genético; una secuencia magistral, cuya exactitud dejó boquiabiertos a sus propios descubridores. Obviamente les aplaudimos por el hallazgo y somos conscientes de la importancia tan enorme que tiene para la Ciencia que estudia la biología en todas sus ramas…pero, ¿quién le puso el ‘cascabel al gato’? Porque, obviamente, si al hombre le ha sido posible acceder a su cifrado, estamos ante un tipo de lenguaje. ¿Quién lo pensó? No tiene el caos de lo casuístico, sino el orden del ‘diseño’, así que: ¿Quién fue Su diseñador? Pensar que su ‘sabio laberinto’ derivó del azar, errores genéticos, etc., está simplemente más allá de cualquier comprensión lógica.

¿Cómo es posible que entre personas razonables se concluya antagónicamente ante una misma situación? Los ateos abordan la suposición de que el universo ha estado presente por ‘eones’, explicando todo en base al tiempo y al albur. Han hallado muchas cosas que no se ajustan a su concepto, pero han resuelto esto, reinterpretando sus datos para ajustarlos a sus cálculos.

Ante una evidencia contradictoria hallan la respuesta: ‘un meteorito chocó con la Tierra‘. Si hay restos de agua y arena joven en territorio que debe corresponder al Pre Cámbrico, dicen: ‘No tiene importancia, son filtraciones por algún movimiento telúrico’.

No importa que no tengan pruebas, da lo mismo, lo que interesa es que prevalezcan sus criterios sobre todo y contra todo. ¿Es esto rigor científico?

Aquellos que creemos en el Creador de la Biblia, rechazamos un tiempo de edades largas. Nosotros ‘sabemos’ que Dios fue el Creador de los orígenes de la vida y que registró fielmente esos eventos en Su Palabra; por lo tanto, al analizar los datos científicos simplemente los confrontamos con las Escrituras… ¡Y todo encaja sin esfuerzos!

La propia extraordinaria complejidad y versatilidad del ADN lo confirma; exhorto a todos a que busquen la información completa al respecto (es fácil desde Internet) y que analicen desde su corazón si toda esa maravilla que contiene puede haber surgido por ‘evolución celular intrínseca’

Por otra parte, no sólo deben explicar cómo la inmensamente larga cadena de ADN pudiera haberse formado de pedazos en un proceso al azar, sino que también deben revelar la incógnita de la codificación de sus datos contenidos y el increíble ‘proceso’ para interpretarlos.

¿Cuántos experimentos de laboratorio fueron necesarios para ‘crear’ la oveja Dolly y cuántas horas de análisis de ‘todo un equipo de profesionales altamente cualificados’, fue imprescindible para conseguir este engendro químico? Mas, al final, al margen del indudable éxito obtenido, el animal envejeció prematuramente y murió; por lo que todo aquel esfuerzo no consiguió ‘imitar’ el resultado obtenido cuando un embrión de oveja hembra es fecundado por el espermatozoide del macho, siguiendo el diseño original del Creador. ¿Cómo pensar que ‘una sola célula’ por sí misma, carente de inteligencia, es capaz de llegar a donde estamos?

De modo que todo un selecto equipo de expertos científicos fracasa en aquella misión, pero sin embargo, la humanidad debe contentarse con la explicación: ‘la perfecta y complicada evolución de las especies, desde el punto de vista genético, ocurrió debido a una ignorada asociación de sucesos ‘fortuitos’ ocurridos durante millones de años’. No quiero ni pensar en la otra respuesta ajena a la casualidad: ¡La célula tuvo inteligencia para hacer todo lo que vemos!

¿Responde a vuestra comprensión ese planteamiento? A la mía, desde luego que no.

El premio Nobel Sir Fred Hoyle, repito: ¡Premio Nóbel!, manifestó en su momento:

‘La ciencia de hoy está enclaustrada en paradigmas; modelos que se toman como referencia o como punto de comparación y que el hombre llega a considerarlos como ‘prototipos’. Cada avenida está bloqueada por creencias erróneas, y si usted trata hoy de que alguna revista científica le publique algo que vaya contra eso, correrá en contra de un paradigma, y los editores lo tumbarán.’

¿Alguien ha pensado en ‘censura’? ¡Bienvenido al club!

Se han localizado fósiles humanos, cientos de ellos, pero, generalmente, en depósitos que la mayoría de los creacionistas pensarían que fueron post-diluvianos (por ejemplo enterrados en cuevas durante la edad de hielo ‘post-Diluviano’). Sin embargo, al menos una vez, han aparecido huesos humanos en un estrato más antiguo: Dos esqueletos humanos fueron hallados en una mina de cobre en Moab, UTA, en la Piedra Arenisca Dakota, señalada por los evolucionistas como Cretáceo, que corresponde supuestamente, a la ‘Edad de los Dinosaurios.’ [C.L. Burdick, ‘Descubrimiento de Esqueletos Humanos en Formación Cretácea (Moab, UTA),’ Creation Research Society Quaterly, 1973, 10(2):109-10.]

Si los paleontólogos tropiezan con varios restos hallados en un mismo sitio, que no se ajustan entre sí a la era geológica correspondiente, analizan los fósiles buscando respuestas que, de no aparecer, serán sustituidas con excusas. Para saber si los restos hallados en un mismo lugar cohabitaron y murieron juntamente, examinan los fósiles. Pero la explicación del ‘escape estratigráfico’ (donde algo ‘joven’ es encontrado en una roca antigua por contaminación) es invocada casi invariablemente para los restos que están ‘fuera de lugar’.

La mayor parte del registro fósil no representa la historia de la vida en la Tierra, sino el orden de entierro durante el Diluvio. La confirmación sobre un Diluvio global la hallamos precisamente y perfectamente explicada, en los estratos geológicos. Los geólogos seculares asumen que la historia terrestre fue formada según indica la teoría evolutiva: su doctrina por antonomasia los últimos 2 siglos. La idea del Diluvio es rechazada por la mayoría de los geólogos actuales, que tratan de explicar las evidencias según hechos conocidos solo en el presente.

El Dr. Antonio Martinez, representante de PSSI en España, considera que, dado el nivel de la ciencia actual, resulta una tomadura de pelo que se pretenda dar respuesta al origen y desarrollo de la vida desde la teoría de la evolución.

Reciba mi reconocimiento por su valentía…pero no se ‘moja’; no plantea sin miedo que los datos apuntan más hacia la existencia de un gran ‘Creador’. Es absurda la creencia de que todo, exactamente todo ente biológico actual, provino de la ‘casuística’ serie de transformaciones que sufrió una especie de ‘unicelular’ alga marina, que llegó a la orilla de la playa y, de forma ‘no explícita’, luego de transformaciones extraordinarias, ella ‘solita’ comenzó a convertirse en frondosos árboles, versátiles animales de todo tipo (incluyendo, por supuesto, a los gigantescos dinosaurios) y, al final, en hombre. ¿En serio que esto responde las expectativas de alguien?

Las denuncias de la Asociación Española de Biología Evolutiva, alegando falta de rigor científico de los conferencistas, (pese a que entre estos hay dos doctorados y dos médicos) ha logrado parte de su propósito y algunas de las actividades programadas han sido denegadas después de su aceptación inicial.

Dichos disertantes son Tom Woodward, licenciado de la universidad de Princeton, y doctorado por la universidad de Florida, Isaac Lorencez, doctorado en el Instituto Federal de Tecnología de Zurich; más los médicos Geoffrey Simmons y el propio Antonio Martínez. Todos ellos fundamentados en “pruebas científicas” contrarias a las tesis de Darwin. Es decir, dos doctorados y dos médicos, son considerados ‘a priori’, como faltos de rigor científico.

¡Hemos asistido al sepelio de la ‘Libertad de Expresión’!

¿Cuál es el ‘yuyo’ de la Asociación Española de Biología Evolutiva? ¿Es posible que no se sientan lo suficientemente competentes como para rebatir las vigorosas y bien sustentadas ideas de este grupo? Quizás teman que dentro de poco, Dios mediante, serán unos cuantos millones, pues la luz siempre prevalece sobre las tinieblas.

Es lógica su aprensión; se juegan un ‘trabajo’ que, aunque basado en especulaciones, hoy por hoy representa un status personal… y el dinerito de todos los meses.

Pero, vayamos al grano: todos coincidimos en la pasmosa existencia del código genético; una secuencia magistral, cuya exactitud dejó boquiabiertos a sus propios descubridores. Obviamente les aplaudimos por el hallazgo y somos conscientes de la importancia tan enorme que tiene para la Ciencia que estudia la biología en todas sus ramas…pero, ¿quién le puso el ‘cascabel al gato’? Porque, obviamente, si al hombre le ha sido posible acceder a su cifrado, estamos ante un tipo de lenguaje. ¿Quién lo pensó? No tiene el caos de lo casuístico, sino el orden del ‘diseño’, así que: ¿Quién fue Su diseñador? Pensar que su ‘sabio laberinto’ derivó del azar, errores genéticos, etc., está simplemente más allá de cualquier comprensión lógica.

¿Cómo es posible que entre personas razonables se concluya antagónicamente ante una misma situación? Los ateos abordan la suposición de que el universo ha estado presente por ‘eones’, explicando todo en base al tiempo y al albur. Han hallado muchas cosas que no se ajustan a su concepto, pero han resuelto esto, reinterpretando sus datos para ajustarlos a sus cálculos.

Ante una evidencia contradictoria hallan la respuesta: ‘un meteorito chocó con la Tierra‘. Si hay restos de agua y arena joven en territorio que debe corresponder al Pre Cámbrico, dicen: ‘No tiene importancia, son filtraciones por algún movimiento telúrico’.

No importa que no tengan pruebas, da lo mismo, lo que interesa es que prevalezcan sus criterios sobre todo y contra todo. ¿Es esto rigor científico?

Aquellos que creemos en el Creador de la Biblia, rechazamos un tiempo de edades largas. Nosotros ‘sabemos’ que Dios fue el Creador de los orígenes de la vida y que registró fielmente esos eventos en Su Palabra; por lo tanto, al analizar los datos científicos simplemente los confrontamos con las Escrituras… ¡Y todo encaja sin esfuerzos!

La propia extraordinaria complejidad y versatilidad del ADN lo confirma; exhorto a todos a que busquen la información completa al respecto (es fácil desde Internet) y que analicen desde su corazón si toda esa maravilla que contiene puede haber surgido por ‘evolución celular intrínseca’

Por otra parte, no sólo deben explicar cómo la inmensamente larga cadena de ADN pudiera haberse formado de pedazos en un proceso al azar, sino que también deben revelar la incógnita de la codificación de sus datos contenidos y el increíble ‘proceso’ para interpretarlos.

¿Cuántos experimentos de laboratorio fueron necesarios para ‘crear’ la oveja Dolly y cuántas horas de análisis de ‘todo un equipo de profesionales altamente cualificados’, fue imprescindible para conseguir este engendro químico? Mas, al final, al margen del indudable éxito obtenido, el animal envejeció prematuramente y murió; por lo que todo aquel esfuerzo no consiguió ‘imitar’ el resultado obtenido cuando un embrión de oveja hembra es fecundado por el espermatozoide del macho, siguiendo el diseño original del Creador. ¿Cómo pensar que ‘una sola célula’ por sí misma, carente de inteligencia, es capaz de llegar a donde estamos?

De modo que todo un selecto equipo de expertos científicos fracasa en aquella misión, pero sin embargo, la humanidad debe contentarse con la explicación: ‘la perfecta y complicada evolución de las especies, desde el punto de vista genético, ocurrió debido a una ignorada asociación de sucesos ‘fortuitos’ ocurridos durante millones de años’. No quiero ni pensar en la otra respuesta ajena a la casualidad: ¡La célula tuvo inteligencia para hacer todo lo que vemos!

¿Responde a vuestra comprensión ese planteamiento? A la mía, desde luego que no.

El premio Nobel Sir Fred Hoyle, repito: ¡Premio Nóbel!, manifestó en su momento:

‘La ciencia de hoy está enclaustrada en paradigmas; modelos que se toman como referencia o como punto de comparación y que el hombre llega a considerarlos como ‘prototipos’. Cada avenida está bloqueada por creencias erróneas, y si usted trata hoy de que alguna revista científica le publique algo que vaya contra eso, correrá en contra de un paradigma, y los editores lo tumbarán.’

¿Alguien ha pensado en ‘censura’? ¡Bienvenido al club!

Se han localizado fósiles humanos, cientos de ellos, pero, generalmente, en depósitos que la mayoría de los creacionistas pensarían que fueron post-diluvianos (por ejemplo enterrados en cuevas durante la edad de hielo ‘post-Diluviano’). Sin embargo, al menos una vez, han aparecido huesos humanos en un estrato más antiguo: Dos esqueletos humanos fueron hallados en una mina de cobre en Moab, UTA, en la Piedra Arenisca Dakota, señalada por los evolucionistas como Cretáceo, que corresponde supuestamente, a la ‘Edad de los Dinosaurios.’ [C.L. Burdick, ‘Descubrimiento de Esqueletos Humanos en Formación Cretácea (Moab, UTA),’ Creation Research Society Quaterly, 1973, 10(2):109-10.]

Si los paleontólogos tropiezan con varios restos hallados en un mismo sitio, que no se ajustan entre sí a la era geológica correspondiente, analizan los fósiles buscando respuestas que, de no aparecer, serán sustituidas con excusas. Para saber si los restos hallados en un mismo lugar cohabitaron y murieron juntamente, examinan los fósiles. Pero la explicación del ‘escape estratigráfico’ (donde algo ‘joven’ es encontrado en una roca antigua por contaminación) es invocada casi invariablemente para los restos que están ‘fuera de lugar’.

La mayor parte del registro fósil no representa la historia de la vida en la Tierra, sino el orden de entierro durante el Diluvio. La confirmación sobre un Diluvio global la hallamos precisamente y perfectamente explicada, en los estratos geológicos. Los geólogos seculares asumen que la historia terrestre fue formada según indica la teoría evolutiva: su doctrina por antonomasia los últimos 2 siglos. La idea del Diluvio es rechazada por la mayoría de los geólogos actuales, que tratan de explicar las evidencias según hechos conocidos solo en el presente.

Fuente: Jolimu wordpress, Una cruzada por la credibilidad


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