TODOS SE PREGUNTAN cómo va a ser el Juicio Final, quien va a estar allí y qué va a pasar. La mayoría de la gente no sabe que Dios tiene dos juicios diferentes, y que cada uno de nosotros tiene que pasar por uno de ellos. Tenemos un día que nos espera cuando Dios nos va a examinar y a determinar cuál es nuestra situación y nuestro destino final. Nadie puede escapar el HECHO que tiene que presentarse delante de Dios a dar cuenta de su vida y sus acciones.
ESTOS DOS JUICIOS son muy diferentes uno de otro. Uno es llamado el Juicio Ante el Gran Trono Blanco, y el otro es llamado el Tribunal de Cristo. Veamos lo que dice la Biblia sobre el primero.
EL JUICIO ANTE EL GRAN TRONO BLANCO
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Este es el juicio de los que se van a perder. No han sido salvos y tendrán que dar cuentas por cada acto pecaminoso que han cometido. Todas y cada una de las cosas que han hecho saldrán a la luz delante de Dios y delante de millones y millones de personas que van a ver como en una pantalla enorme de cine TODO lo que han hecho a la luz, y TODO lo que han hecho en secreto desde el día que nacieron hasta el día que murieron. En este pasaje de Apocalipsis dice “los libros fueron abiertos” y todas las obras de los hombres estarán escritas en esos libros. Dios lleva la cuenta de todo y aunque muchos piensen que las cosas que hacen a escondidas nadie las sabe, está equivocado de lleno. Dios lo ve todo y cada acción está quedando grabada en el libro con el nombre de cada uno. En su día, Dios va a juzgar a cada persona que ha rechazado el regalo de la salvación en Cristo y la gracia de Dios en Su Hijo Jesús, de acuerdo a las cosas escritas en esos libros.
POR OTRA PARTE, el Juicio ante el TRIBUNAL DE CRISTO, es el juicio de los que somos salvos. Veamos que dice la Biblia al respecto.
2 Corintios 5:10
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el Tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”.
1 Corintios 3
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
En el momento que creemos (confiamos) en Cristo para nuestra salvación, y dejamos de confiar en nuestros propios méritos, (buenas obras, nuestra moralidad, afiliación a una iglesia, familia cristiana, bautismos, limosnas, etc. etc. o sea, transferimos nuestra Fe para salvación únicamente a Cristo y a nadie más, somos salvos de acuerdo a las enseñanzas de Dios en su Palabra.
Pero después, si de verdad hemos nacido de nuevo por la fe en Cristo, daremos testimonio de ello con nuestra vida y obras. Según la Biblia somos una nueva criatura en Cristo y tendremos una nueva naturaleza que nos llevará a hacer lo que Dios espera, o sea, buenas obras.
En base a estas obras los creyentes seremos juzgados para recibir recompensas que Dios le dará a cada uno de acuerdo a su labor, y eso es lo que vemos en este pasaje de 1 Corintios 3.
Somos libres de escoger si queremos vivir una vida carnal y por lo tanto infructuosa, o vivir una vida que produzca frutos para vida eterna. Un cristiano nacido de nuevo puede vivir una vida perdiendo el tiempo en cosas que aunque no sean malas, son infructuosas y no sirven de nada. Eso será una pérdida de recompensas que podía haber ganado por ser fiel en servir al Señor, tal como vemos arriba, el fuego quemará esas obras y el creyente sufrirá pérdida de lo que podía haber ganado para su futuro en el Reino de Dios, aunque él mismo será salvo porque su salvación no depende de él ni de sus obras, sino del sacrificio de Cristo en la Cruz. Por tanto, se arrepentirá para el resto de su vida cuando vea la diferencia de cómo van a vivir unos y como van a vivir otros.
Santa Biblia, vs. Reina Valera
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