LOS MEDIADORES…¿COMO LE LLEGO A DIOS?

“Efraín, ¿yo qué tengo que ver con las imágenes? ¡Soy yo quien te responde y cuida de ti! Soy como un pino siempre verde; tu fruto procede de mí.»El que es sabio entiende estas cosas; el que es inteligente las comprende.” (Oseas 14;8-9)

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. » (Juan 14:6)

Uno de los primeros pasajes que se escribieron en el Nuevo Testamento es 1 Corintios 10:14: Por eso, hermanos muy queridos, huyan del culto a los ídolos. Este tema continúa a través del Nuevo Testamento. Lo encontramos inclusive en 1 Juan 5:21, uno de los últimos libros que se escribieron en el Nuevo Testamento. Allí leemos: Hijitos, guárdense de los ídolos.

Jesucristo dijo que nadie podía ir al Padre sino por El (Juan 14:6), y 1 Timoteo es aún más específico: Único es Dios, único también es el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, verdadero hombre. El entregó su vida para rescatar a todos (2:5). Cristo es nuestro mediador, porque es El quien nos lleva a tener relación con Dios. El pagó todo lo que Dios pedía por nuestros pecados, para que nosotros los pecadores pudiéramos orar directamente, «Padre nuestro…».

Otra traducción dice: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos.

¿Por qué diría Dios que Cristo Jesús es el único mediador si fuera mentira, y realmente hubiera muchos mediadores?

Durante un programa de televisión en el que se recibían llamadas telefónicas, un Pastor llamó para defender la tesis de los mediadores. Tratando de señalar una excusa en el versículo anterior que permitiera a los de su religión orar a los santos, él afirmó: «No es que los santos puedan responder directamente las oraciones, sino que ellos oran a Jesús, quien a su vez ora a Dios el Padre, quien responde la oración». Puesto que conozco la doctrina , le pregunté: «¿Son los santos omniscientes y omni-presentes, de tal manera que puedan entender miles de oraciones de todo el mundo, en muchos idiomas diferentes, todos al mismo tiempo?» Por supuesto, él tuvo que responder: «No, sólo Dios es omnisciente y omnipresente; los santos no pueden oír ni responder todas las oraciones».

Recuerda, sólo Dios puede estar en todos los lugares a la vez para escuchar las miles de oraciones que llegan de todo el mundo al mismo tiempo. ¿Hay alguna buena razón para que no oremos directamente a Él?

Dios nos ama. El desea ser nuestro amigo y nuestro Padre. Dios nos pide que oremos directamente a El, que tengamos comunión con El, que lo honremos y lo adoremos. El se siente abandonado cuando veneramos a alguien más o algo. La Biblia nos dice que El es Dios celoso de nuestro amor, y para que comprendamos esto, nos da la ilustración del esposo que no quiere que su esposa se vaya con otros hombres. ¿Qué le estamos diciendo a Dios cuando le damos la espalda y oramos a un santo? Es una gran ofensa llegar a la conclusión de que El no es tan bondadoso, tan considerado y tan compasivo como los santos.

Además de la clara afirmación, único es Dios, único también es el mediador entre Dios y los hombres, hay otras razones por las que no oramos a los santos:

Dios no nos da en la Biblia ni un solo ejemplo de alguien que alguna vez orara o venerara a los santos, ni nos da indicación alguna de que El desee que lo hagamos.

Las Escrituras dicen: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo servirás (Lucas 4:8).

En la Biblia encontramos ejemplos tanto de hombres como de ángeles que no permitieron que la gente se postrara ante ellos, y enseñaron que eso no se debe hacer. Cuando Pedro entró, Cornelio le salió al encuentro y cayó a sus pies con mucho respeto. Pero Pedro lo levantó y le dijo: Levántate, que también yo soy hombre (Hechos 10:25-26; vea también Hechos 14:13-15 y Apocalipsis 22:8-9).

El apóstol Pablo, uno de los «santos», explicó a los filipenses que él sólo podría serles de ayuda estando con vida (Filipenses 1:23-26).

Para responder al argumento de que los santos responden a las oraciones con milagros, es necesario recordar que las manifestaciones espirituales (incluyendo los milagros) pueden provenir de dos fuentes diferentes: de Dios, o del diablo y sus demonios. El mandamiento de Dios es que no debemos hacer imágenes. Cuando los milagros parecen haber sido hechos por los santos, y convencen a más personas para que participen en la práctica idólatra de orar a otro que no sea Dios, estos milagros no pueden venir de Dios.

Nuestro Señor dice:

«y todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, YO lo haré para que mi Padre sea glorificado”, por lo que sería un grave deshonor y un grave desacierto que cualquier persona viva ore a través de alguien que no sea Jesucristo y El Santo Espíritu conforme a la sola Biblia, el Pueblo verdadero del Señor, siempre se han dirigido personalmente a nuestro Hacedor a través de Jesucristo, pues otra cosa sería gravísimo desconocimiento y vana detracción. Pues claramente expone la Escritura que:»Dios es Dios de vivos, no de muertos»; pues los muertos en El Señor, con El están eternamente y han quedado fuera de nuestros actuales posibilidades de relación y fuera de nuestro limitadísimo alcance, habiéndosenos dado el inmutable Sacerdocio de Cristo y su perfecta abogacía, las cuales están a favor de los verdaderos creyentes, pues esto último es lo estipulado, suficiente y agradable a nuestro Dios, «Este es Mi Hijo Amado en el cual tengo complacencia» y «a El oíd».

Moisés, al dirigirse a los hebreos, el pueblo escogido de Dios y no a los paganos, les dijo que el Señor no se reveló a ellos cuando les dio los Diez Mandamientos, por una precisa razón: Para que el pueblo de Dios no hiciera imágenes de Dios mismo –Ustedes no vieron figura alguna el día en que Yavé les habló en el monte Horeb en medio del fuego. Por tanto no vayan a corromperse: no se hagan un ídolo, o sea, un dios esculpido con forma de hombre o de mujer (Deuteronomio 4:15-16; lee también los versículos 17-19). Lo que se prohibió aquí no fue una imagen pagana, sino cualquier imagen que el pueblo escogido de Dios pudiera haber hecho de Dios, de hombres o de mujeres.

Dios siempre está a nuestro alcance si nos dirigimos a Él directamente, con las manos vacías y, sobre todo, con la mente vacía, es decir, sin ideas preconcebidas acerca de Aquel que no podemos abarcar. El querer llegarle a Dios por medio de “otra cosa” que no sea su hijo Jesucristo es justamente lo que nos aleja de Su Presencia..

Para orar no hace falta mucho. Jesús es el camino más seguro hacia Dios –Sí, sin duda. ¿Quién, siendo hombre, amó tanto al Padre? ¿Quién, siendo hombre, amó tanto a los hombres? ¿Quién nos mira sin juzgarnos? ¿Quién, aceptándonos como somos, nos indica el camino hacia la plenitud del ser? ¿Cómo no estar agradecidos a Jesús? ¿Cómo no amarlo?

Nosotros también podemos ser santos si vamos por medio de la fe a Jesucristo, quien dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Juan 14:6). Dios hace santos al transformar a los pecadores: Somos santificados por el sacrificio del cuerpo de Jesucristo hecha una vez sola .Confía en el Señor Jesucristo quien puede quitar tus pecados, y tu también llegará a ser santo.

PAZ Y BIEN ¡¡¡


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