Los "otros sepultados" que todavía esperan ser salvados

Los indígenas americanos seguirán sepultados

En este mediático Relato de 33 mineros que estuvieron 69 días sepultados a más de 600 metros de profundidad, que fueron proclamados héroes de la patria, que serán besados por las reinas de la belleza y hechos ricos por la publicidad, y luego aborrecidos por el Gobierno y olvidados para siempre, pocos medios han resaltado lo que es a todas luces evidente: los ministros, técnicos, autoridades y empresarios que van y vienen de Copiapó (y ayer asistían al gran circo del rescate) son todos de pura raza blanca (si es que eso existe), mientras que los rostros de los atrapados en la mina muestran todos claros rasgos indígenas o mestizos.



Igual que en las vecinas Salinas Grandes de Jujuy (al norte de Argentina) se encuentra uno a indígenas atacameños, arrancando la sal a pico y pala a más de 4.000 metros de altura, soportando vientos helados y el cegador brillo blanco del entorno; para sorpresa del que llega desde Buenos Aires y observó en la capital federal una de las poblaciones con menor diversidad étnica de todas las megalópolis del globo.

Es un sarcasmo histórico que fuera un 12 de octubre el día en el que el presidente Piñera y todo su equipo de tecnócratas racialmente puros se pusieran la medalla de extraer de la madre tierra a los que su clase catira sigue explotando como hace 518 años. Igual que los blancos continúan esquilmando sus tierras ancestrales, obligándolos a extraer el cobre, el oro o la plata en condiciones laborales de semiesclavitud. Iniquidad que persiste en toda Hispanoamérica… salvo en Bolivia desde 2005, gracias a Evo.

Ocultos tras el despliegue triunfalista que prepara el Gobierno chileno, los mapuches, aymarás, rapa nui, quechuas, atacameños, picunches y tantos otros pueblos incaicos sometidos por los conquistadores permanecerán desposeídos y sojuzgados. Pase lo que pase en Copiapó hoy y mañana, ellos seguirán sepultados bajo la opresión blanca.
Carlos Enrique Bayo
Redactor-jefe de Mundo en Público, ha sido corresponsal en Moscú (1987-1992) y en Washington (1992-1996), así como máximo responsable de Internacional en cinco periódicos distintos. Ha actuado como enviado especial en los conflictos de Afganistán, Camboya, Oriente Próximo y Armenia-Azerbaiyán.También ha cubierto eventos históricos como la caída del Muro de Berlín y la matanza de Tiananmen, entre muchos otros acontecimientos mundiales.
NOTA PROFÉTICA:

Encontré este artículo y me pareció muy oportuno para el momento que está viviendo Chile ya que los medios de esa nación confabularon a una sus fuerzas en contrataciones secretas con su gobierno. A su vez, este último, pautó, como gerente del Club B., estrategias mediáticas que servirían a todos los agentes del NOM (Nuevo Orden Mundial) para mantener la atención de las masas, que están bajo Babilonia, entretenidas en este acto solidario. Mientras tanto, movimientos económicos diabólicos se convertirían en temblores que provocarían muchos daños en las naciones sin que nadie los percibiera. 

Chile, y todas las naciones estamos hoy muy felices con este maravilloso salvataje. Es justo que la solidaridad humana se manifieste multiplicándose en el mundo entero a favor de la esperanza. Pero, a la vez, son muchas las cosas que el gobierno chileno ha intentado ocultar debajo de la alfombra de Copiapó. 

Las próximas dos semanas los medios chilenos mantendrán adormecidas las conciencias chilenas con el uso y abuso de estos varones (los mineros) presentes en cada estación de radio y TV que los entrevistarán.
Después del 31 de octubre la nación comenzará a despertar en forma brusca por las noticias que revelarán problemas económicos y sociales.


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