Más de la lengua!

Santiago 3:1-4

3:1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
3:2 Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3:3 He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.
3:4 Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

REFLEXIÓN

Si nosotros podemos controlar o cuidar lo que decimos y de nuestra boca no salen cosas malas, podemos con cualquier otra cosa, ya que por medio de la lengua nosotros pecamos, de hecho cuando Cristo murió la lengua también sufrió para que nosotros pudieramos ser completamente libres, Él dijó ¡la lengua se me pega!, y en ese momento mojaron una esponja con vinagre y se la pasaron cuando estaba crucificado, esto no es más que nuestra lengua también es parte del pecado, además que en ella está el poder de la vida y la muerte, ya que por medio de ella confesamos o negamos a Cristo. De hecho Cristo cayó muchas veces se contuvo para no pecar y de la misma manera domino a su cuerpo se controlo, ¿no pasa que muchas veces después que decimos algo con rabia viene nuestro cuerpo y se altera, más cuando guardamos silencio muchas veces podemos estar consumiendonos por dentro pero nos aguantamos?, de allí viene que si tenemos el control de nuestra lengua también el de nuestro cuerpo.

¿Por qué hoy no le das el poder de tus palabras a Dios? para que así de ella puedan salr muchas bendiciones.


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