Mi Espíritu derramaré sobre tu generación

Mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus
renuevos

 

“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos
sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación,
y mi bendición sobre tus renuevos”. Isaías 44:3

 

La primera parte de este capítulo 44 de Isaías habla de que somos
es cogidos:

 

“Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a
quien yo escogí”. Isaías 44:1

 

La vida de Jacob no se puede entender sin tomar en cuenta la vida
de Esaú. Esaú era el primogénito y el merecía por derecho la
primogenitura y por lo tanto el era de manera natural el heredero
de la doble bendición.  Mas aparte era el heredero de la
bendición paternal que seria declarada en su tiempo por el
patriarca Isaac. Ellos conocían la promesa:

 

“Porque en Isaac te será llamada descendencia”.
Génesis 21:12

 

Aunque Jacob lucho desde el vientre de su madre por ser el
primero, y lucho y mintió, y engañó para recibir bendición. Dios
le demostró a su tiempo que él era simplemente heredero de la
bendición y no tendría que luchar por ser el escogido.

 

Los hijos de Dios por naturaleza somos escogidos, pero antes de
eso pasamos por el proceso de entender que no necesitamos
ganarnos la bendición, la bendición ya está determinada por la
elección de Dios.

 

“Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a
quien yo escogí”. Isaías 44:1

 

Todos los cristianos deberíamos tener la convicción de que hemos
sido escogidos por Dios y no nos hemos ganado la salvación y
mucho menos el derecho de ser llamados hijos de Dios. No hemos
hecho absolutamente nada bueno para por llegar a ser hijos de
Dios.

 

  

“Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó
desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob,
y tú, Jesurún, a quien yo escogí”. Isaías 44:2

 

Aun Jesus antes de comenzar su ministerio grandioso fue tentado
en su identidad como hijo de Dios, ¿recuerdas?:

 

“Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di
a esta piedra que se convierta en pan”. Lucas 4:3

 

Como hijos de Dios, seremos también tentados en cuanto a nuestra
identidad. ¿En realidad eres escogido? ¿En realidad eres hijo de
Dios? No critiques aquellos que están siendo tentados en cuanto a
su identidad. Ayúdalos a creer que son escogidos, pero no los
critiques. Tu mismo has sido tentado en tu identidad.

 

Cuando Esaú supo que Jacob le había robado la bendición. Esaú
dijo; “con razón te han llamado Jacob, que quiere decir
mentiroso, usurpador, engañador desde tu nacimiento.

 

Pero Dios no se avergüenza de los que el escogió:

 

“Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó
desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob,
y tú, Jesurún, a quien yo escogí”. Isaías 44:2

 

Para que no quede duda de esta declaración la biblia habla de la
riñas que había desde el vientre de su madre Rebeca. Los detalles
de cómo nacieron riñendo están escrito en la biblia y Dios
declara desde el vientre de tu madre así te forme y te hice, y
Dios no se avergüenza de Jacob. A tal grado que él se da a
conocer como el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Nunca se
avergonzó.

 

Sin embargo todo hijo de Dios pasa por un proceso de reconocer
quien es. Cuál es su identidad, su necesidad de relacionarse con
Dios. Es entonces que encontramos la declaración:

 

“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos
sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación,
y mi bendición sobre tus renuevos”. Isaías 44:3

 

 

Cada hijo de Dios tiene por derecho propio el ADN del Padre.
Nuestro AND es especial por provenir de Dios. Pero no nos
habíamos dado cuenta hasta que entendimos que somos hijo de Dios
por naturaleza, hemos sido escogido y formados desde el vientre
de nuestra madre. Traíamos características puestas por Dios para
que no hubiera duda que él nos formó.

 

Dios estaba anunciando lo que él hace por naturaleza con los
hijos de Dios. Una distinción que él hace con sus hijos: El
derramamiento de su Espíritu Santo.

 

Dios nos lleva a un punto donde debemos reconocer nuestra
necesidad de él, nuestra hambre de él, nuestra sed de él.

 

 

Jesurún quiere decir apto, correcto apropiado. Dios te dice tu
eres apto, correcto apropiado para recibir de mi Espíritu. Muchas
veces nos encontramos pelean y batallando con el Espíritu de
Dios. No entendemos el mover de Dios, no entendemos su sabiduría,
no entendemos nuestra necesidad de el. De ser saciado, de ser
complementados. Pero Dios nos dice tu eres Jesurún, tu eres el
correcto, el apropiado, el apto para recibir de mi bendición.

 

 

“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos
sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación,
y mi bendición sobre tus renuevos”. Isaías 44:3

 

Luchamos cuando nos creemos impuro, indignos, falso, mentirosos,
rebeldes, inapropiados. Luchamos cuando le decimos a Dios yo no
te necesito, luchamos cuando nos creemos in-merecedores. Hasta
que lleguemos al punto de pedir de su Espíritu Santo y reconocer
que le necesitamos, que él es nuestro complemento. Entonces
aceptaremos que hemos sido escogido y que nada podemos hacer, que
hemos sido formados aptos para recibir de el. Entonces le
recibiremos. Entonces seremos llenos y saciados de Dios.

 

Imagina la tierra que esta cuarteada de lo reseco, imagínate la
sed de la tierra que es un desierto. Imagínate la tierra recibir
el agua y beber del agua que produce vida.

 

Muchos hijos de Dios están esperando ser aptos para recibir de su
Espíritu, porque así hemos sido ensenados. Así hemos sido
dirigidos. Pero Dios te dice, mi Espíritu es para ti porque eres
mi hijo y yo te escogí y te forme así como eres.

 

El día que yo necesite cambiarte lo voy a ser, por lo pronto eres
apto para recibir de mi Espíritu.

 

Yo sé quien seas que este leyendo este escrito, es para ti. Tú
eres un canal de bendición como lo fue Isaac, Jacob. Solamente
recibe el regalo de Dios, recibe de su Espíritu Santo y veras las
cosas de diferente manera. Te veras a ti mismo de diferente
manera, te comportaras de diferente manera, sabiendo que eres un
canal de bendición.

 

“Mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi
bendición sobre tus renuevos”. Isaías 44:3

 

Es promesa de Dios.

 

Bendiciones y escríbeme si es de bendición este ministerio.

 

Abdiel Salas

[email protected]

 

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