No perdáis, pues, vuestra confianza

 

“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene
grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. 
Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi
alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para
perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Heb 10:35-38

 

En la tormenta no vemos la luz, pero sabemos que la luz está ahí.
Me ha tocado viajar en aviones que cuando despegan de los
aeropuertos esta el día tormentoso y completamente nublado. Pero
metros más arriba una vez que salimos de esa área de tormenta se
ven el sol resplandeciente y el panorama es completamente
diferente cuando pasamos las nubes de la tormenta.

Así son las crisis y los problemas en nuestra vida. No vemos
claro y no vemos el propósito de Dios para nuestra vida. Para
Dios las crisis son necesarias y Dios saca lo mejor de nosotros
en esas crisis, siempre y cuando nos dejemos pasar por el crisol
de la purificación.

Para nuestra mente las crisis no son necesarias, muchas veces son
el resultado del pecado o de portarnos mal. Pero la biblia tiene
otra manera de exponer las crisis, normalmente un problema te
hace reflexionar y te hace tomar una pausa. Una crisis debe
servir para analizar y redirigir tu vida. Así dice la palabra de
nuestra fe o confianza en Dios:

 

“Aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida
a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual
aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis
sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis,
os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de
vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” 1 Pedro
1:6-9

 

Aunque ahora no lo veas, aunque ahora no lo entiendas, pero esto
mismo nos prepara para algo mayor. Si no estamos ejercitados en
la paciencia nos apresuramos y agravamos las situaciones.

Es necesario permanecer firmes en él, sabiendo que hay
recompensas en el cielo esperando por nosotros. Las crisis y los
problemas son necesarios porque sacan lo mejor de nosotros cuando
estamos agarrados de él. Cuando él es nuestra esperanza y nuestra
confianza.

 

Muchas veces no lo notamos pero las pruebas nos preparan para
algo más grande, problemas mayores, dificultades mayores. ¿Si no
podemos lidiar con problemas pequeños como vamos a poder lidiar
con problemas más grandes?

 

“Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la
misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,
a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos
que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Hebreos
6:11-12

 

Nuestra fe tiene grande galardón pero es necesaria la paciencia.
Somos herederos pero nuestra fe va a ser probada. Cada hijo de
Dios fue probado, aun hasta en las cosas mínimas, en cosas
grandes. Entre mayo sea la prueba mayor es la bendición. Entre
mayor se la crisis mayor es la bendición.

 

“Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor”. Mateo 25:21

 

La prueba y la lucha vendrán tal vez de donde menos te imaginas,
desde adentro de tu casa, desde tu familia, desde adentro de la
iglesia, tu trabajo, etc. En cada caso Jesus dice:

 

“Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor”. Mateo 25:21

 

¿Qué tiene  que ver la prueba con el servicio? La prueba te
entretiene a tal grado que te ocupas mas de ti y de tus
problemas, pero el servir con tus talentos te enfoca en servir a
Dios, sin importar tus problemas porque Dios tendrá cuidado de
ellos. ¿Si a él le interesa el numero de tus cabellos como no le
va a interesar algo más grande o más importante?.

 

Perder la confianza te hace perder el rumbo. Los problemas te
harán perder el rumbo si no estás confiado en Dios. Los problemas
te dice fíjate en mi y Dios te dice fíjate en mi. ¿A dónde miras?

 

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor
nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y
del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él
sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:1-2

 

Cristo le resto de valor a los problemas y al sufrimiento,
menosprecio el oprobio, es decir no le dio valor a los
sufrimientos. El decidió ver la cruz, porque sabía que al ver la
cruz algún día tú y yo nos encontraríamos allí en la cruz a sus
pies. Jesus decidió esperar y sufrir la cruz y ahora es el autor
y consumador de la fe, de mi fe, y espero que de tu fe.

 

 

“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene
grande galardón” Hebreos 10:35

 

 

Tu confianza en Dios tiene grande galardón. Tu fe en Cristo Jesus
tiene grande galardón. Ahora tu y yo podemos mira a Jesus ahí en
la cruz, ahí donde fue ganada nuestra salud. No que Jesus este
crucificado, sino que la cruz fue donde se gano nuestra salud y
vida.

 

No sé si estas pasando por una enfermedad de gravedad, los
doctores te dieron pocos meses de vida. No hay esperanza. Solo te
puede decir: “En Cristo hay esperanza”

 

El es nuestro galardón, el es nuestra salud, el es nuestra
justicia. NO eres tu, no son tus bondades, no son tus ofrendas,
no son tus oraciones, no nos tus limosnas. No hay nada que puedas
hacer para merecer o ganarte la bendición de Dios. ¡Es por su
gracia!

 

“Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará
satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a
muchos
, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo
le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue
contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de
muchos, y orado por los transgresores”. Isaías
53:11-12

 

 

Si pudiéramos entender la grandeza de su amor, no batallaríamos
con la fe. Si pudiéramos confiar en ese amor inmenso no
sufriríamos al creer en él. Grande galardón tiene el Señor a los
que le temen y le honran. Temer a Dios es adorarle por lo que él
es. No es tenerle miedo, es tener respeto y honrar lo que él ha
logrado por nosotros.

 

Jesus es nuestra fe, en Jesus se cumplen todos los requisitos
para que tú recibas de Dios. En Jesus se cumple tu propósito y
todo lo que pudieras necesitar.

 

La falta de fe anula las promesas:

 

“Porque si los que son de la ley son los herederos,
vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos
4:14

 

La ley sustituía a la fe, tu obediencia y el cumplimiento de los
ritos sustituía la fe. Todo fue substituido por Cristo. Rituales,
cumplimientos, requisitos, todo… todo lo necesario fue cubierto
por Jesus.

 

“Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para
siempre a los santificados”. Hebreos 10:14

 

Jesus es el único pago, es el único requisito para ser bendecido,
Jesus es nuestra única esperanza. Por medio de él y por el somos
bendecidos. Fuera de él no hay bendición.

Ese era un misterio que no se había revelado, pero se cumplió el
tiempo y Dios mando a su hijo para que se revelara a los hombre y
supieran quien es el. Jesus se está revelando cada vez más a las
personas para alcanzar salvación, salud, bendición, prosperidad,
vida.

 

“Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá,
y no tardará. Mas el justo vivirá por fe” Hebreos
10:37-38

 

 

Bendiciones y escríbeme si estas siendo bendecido a través de
este ministerio;

 

Abdiel Salas

abdielsalas@live.com

 

 

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