OBSERVACIONES SOBRE LA ORACIÓN (parte 4 de 4)

OBSERVACIONES SOBRE LA ORACIÓN (parte 4 de 4)
Cuarta. En la obra de la oración, ¿cuáles son los aspectos que necesitan más atención?
Hay unos pocos aspectos a los cuales hemos de poner especial atención, y entre ellos están los siguientes:
(1). Tengamos comunión con el Señor en todas las cosas. Debemos poner todas las cosas de nuestra vida ante el Señor, pues en la vida cristiana no hay nada común ni insignificante. Tener comunión con el Señor en todas las cosas debe ser nuestro hábito natural y diario (véase Filipenses 4:6).
(2). Pidamos y sigamos pidiendo, pues el Señor se goza en que le pidamos. El es rico y dadivoso y por eso quiere que los hombres le pidan. «Si a alguno de vosotros tiene falta…, pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada» (Santiago 1:5,6). «No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal» (Santiago 4:2,3). El pedir incluye la confianza y el deseo. Si el motivo de nuestra petición es puro, no hay nada mejor.
(3). Meditemos e intercedamos. Nos pre sentamos ante el Señor para orar por otros. Verdaderamente esto es colaborar con el Señor en su función de sumo sacerdote, pues El intercede incesantemente por su pueblo en sus necesidades (Hebreos 7:25; Colosenses 4:12).
(4). Oremos sin cesar. Al hablar de orar importunamente necesitamos, ante todo, rechazar el concepto equivocado que nos dice que nuestro Dios no está dispuesto a contestar las oraciones. El orar insistentemente significa solamente que, después de haber visto con claridad lo que Dios necesita, seguimos orando. ¿Por qué el Señor no contesta inmediatamente? ¿Por qué se prolongan los días de su silencio? Aquí hay, por lo menos dos razones: (a) que Dios necesita una reacción completa de su pueblo en lo que se refiere a las cosas que a El le importan y en las que tiene gran interés; y (b) que algunas veces la oración constante es necesaria por causa de cierta clase de necesidad: porque por las fortalezas que Satanás ha levantado, hace falta oración más intensa para destruirlas (veamos Mateo 7:7,8; Marcos 9:28,29).
(5). Oración ejecutiva. Como estamos unidos al Señor que se sienta en el trono (pues es Señor de todo), podemos orar en su nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:9).
(6). Oración combativa. Por medio de la oración presentamos la victoria de la cruz aplicándola a todas las cosas. La táctica de la oración está tomada de la victoria del Señor (véase Efesios 6:10-20).
(7). La oración de fe. En determinadas circunstancias el Espíritu Santo nos imparte la seguridad interior que nos hace conocer la voluntad de Dios. Entonces veremos que nuestras oraciones son instantáneamente concedidas (véase Hechos 9:40).
(8). Urgencia de oración. Esta oración es como el dolor y la congoja de un nacimiento espiritual, que consiste en participar de los sufrimientos de Cristo, con el corazón del Padre y con los gemidos indecibles del Espíritu Santo, hasta el día de gloria (veamos Gálatas 4:19).
Quinta. ¿Cuál es el objetivo central de la oración? Dios desea tener una iglesia gloriosa. El propósito central de la oración es preparar para Cristo una iglesia gloriosa que sea conforme a El. Esta es la revelación de toda la Biblia. Es el pensamiento central de Dios. Necesitamos prestarle una atención especial, pues es asimismo el deseo del Señor. Antes de su crucifixión El expresó este pensamiento en la gran oración intercesora conservada en Juan 17. En las epístolas de Pablo este deseo del corazón es también muy evidente. Con esto no se quiere sugerir que hay que disminuir las oraciones por los demás asuntos, sino que esto ha de servir para dar un enfoque central a todas las oraciones que se ofrezcan. Teniendo este objetivo en la mente, nuestras oraciones alcanzarán un nivel más alto. Si vemos que la predicación del evangelio no sólo causa que la gente pase de la muerte a la vida, sino que principalmente lleva a los hombres a una eterna y maravillosa unión con el Cristo glorioso, entonces nuestra oración intercesora por el mundo aumentará necesariamente, en vez de disminuir. Todavía más, una de las grandes necesidades de hoy es hacer que el mundo, a través de la iglesia, vea la gloria de Cristo. Por el poder del Espíritu Santo la iglesia debe impresionar al mundo con el hecho de que ella es verdaderamente el canal de la bendición del mundo. Finalmente, es la determinada voluntad de Dios que nosotros tengamos una comunión más inteligente y más íntima con El. El quiere que nosotros, sus muchos hijos, vengamos a El en su amado Hijo nuestro Señor Jesucristo. Desea que muchos sacerdotes acompañen al gran Sumo Sacerdote (el que está «viviendo siempre para interceder por ellos» — Hebreos 7:25) en su obra intercesora. «Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre» (Apocalipsis 1:6). «Mas vosotros sois real sacerdocio» (1 Pedro 2:9).
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Aguas refrescantes 3 de agosto
Descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma. Lucas 3:22.
Después del diluvio, la paloma de Noé no podía encon¬trar un lugar donde posarse, pero después del bautismo de Cristo la paloma del Espíritu reposó y permaneció sobre El. Observemos que reposa sobre El y no sobre nosotros aparte de El. Nuestra experiencia del Espíritu Santo nos viene por medio de Cristo, pues El es el único que ha com¬placido plenamente al Padre.
Sin el Señor Jesús jamás podríamos resurgir de las aguas del bautismo. Es El quien nos lleva con seguridad a través del diluvio y nos levanta de la tumba a novedad de vida. Por nuestra propia cuenta jamás podríamos contentar al Padre, pero en El sí somos aceptas. Asimismo, jamás po¬dríamos ser ungidos por el Espiritu Santo a no ser que estemos por fe en Cristo, el ungido. Con Cristo como nuestra cabeza, experimentamos la unción del poder del Espíritu.
Watchman Nee
Jesús es el Señor! – Jesus is Lord – Jesus ist der Herr – Yeshua adonai – Gesù è il Signore – Jésus est Seigneur – Ιησους ειναι ο Λορδος – Иисус – Господь – يسوع هو الرب – 耶稣是主 – 主イエスは – Jesus é o Senhor – Jesus är lorden
Literatura disponible en:
corpocri@yahoo.com
laiglesiaenarmenia@yahoo.com

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