Orando al Padre Celestial

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios

( Jn 3:1)

En las sagradas escrituras, nos muestra un concepto elevadísimo de paternidad divina, que define la relación que quiso tener Dios con su pueblo, Nuestro Señor Jesús, sabiendo como orar a Dios, nos enseña cual es la forma correcta, diciendo: «Cuando oréis, decid: Padre…”. Con esto, toda oración debe comenzar por Dios como Padre, confiados en que El tiene tanto amor por nosotros.

Este Padre, es Dios y tenemos que comprender a quien nos dirigimos sin olvidar que el sabe mucho de nosotros y nuestra necesidades, por tanto al dirigirnos a El, confiemos que nos dará lo mejor y entregará su Paz,

Nuestras oraciones deben ser dirigida a Dios Padre (Mt. 6:6)

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mat 6:9)

Padre «Nuestro» se refiere a Dios. Este adjetivo, por nuestra parte, no expresa una posesión, sino una relación totalmente nueva con Dios.

¿Cómo oraba Jesús?………. ¿Cómo formaba El su oración?

Es un gran misterio para nosotros y ciertamente también lo era para sus discípulos. Hasta que uno de ellos, no sabemos quién, no lo dice el relato, como tampoco dice si estaba al lado de Jesús, pero suponemos que lo estaba contemplando, por como lo narra el evangelio:

“estando él orando en cierto lugar, cuando terminó,..”(Lc 11)

Otro dato que podemos considerar es que el evangelio dice: “le dijo uno de sus discípulos”, es decir no dice si le preguntaron todos ni tampoco dice si los discípulos enviaron a uno a preguntarle.

Entonces podemos pensar que el discípulo sintió algo maravilloso y admirado de su maestro quiso aprender y exento de todo egoísmo le dice: «Señor, enséñanos a orar”, seguramente para compartir la enseñanza del Maestro con los demás.

Buen ejemplo del discípulo, y es de esperar que mucho hombres contemplando al Señor, sientan lo mismo que él y le digan a Jesús: «Señor, enséñanos a orar”

Y el señor Jesús les dice: “Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino……

Las circunstancias de esta enseñanza es distinta a la de Mateo, asunto que trataremos más adelante. Lo significativo por ahora es la gran importancia de esta oración.

Al decir nosotros a Dios, Padre, significa que tenemos experiencia de que hemos recibido esa vida. Y como esa vida es el Espíritu, los que pronuncian el Padre nuestro son los que ya tienen el Espíritu de Dios, porque es el Espíritu el que nos hace hijos.

Uno que no se sienta hijo, que no sea hijo, no puede decir Padre. Podrá decir Señor, podrá decir Dios, pero, para decir Padre, necesita la experiencia del amor que Dios nos tiene, y de que con ese amor nos ha comunicado su vida, su Espíritu.

¿Quién mejor que el padre para saber que es lo mejor para el hijo?

NO puede haber Padre sin Hijo(s).

Padre nuestro del cielo, naturalmente, se opone al padre de la tierra. Jesús no tiene padre terreno. Lo ha dicho Mateo en el capítulo primero. Y luego en el capítulo 23 dice: vosotros no llaméis a nadie padre en la tierra.

El hijo tiene que parecerse a su padre.

Los esclavos judíos tenían prohibido dirigirse al padre de familia con este título; sin embargo, en nuestro caso, hemos recibido el espíritu de adopción, lo que nos incorpora en la relación de Padre e hijo, porque ya no somos esclavos (Gá. 3:28), por lo que también podemos decirle “abba Padre”.

NO Todos los hombres son hijos de Dios

Las personas tienen la creencia de que todos los seres humanos son hijos de Dios y que por consiguiente todos somos hermanos. En cierto modo esta creencia es cierta pero solamente desde un punto de vista amplio:

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza (Gén 1:26)

La palabra de Dios nos indica que solamente aquellos que creen en Cristo y le reciben son hechos hijos de Dios:

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Jn 1:12)

Estos son los hijos de Dios. Los que son engendrados por Dios. No por voluntad humana. El apóstol Pablo dice que solo los que son guiados por el Espíritu son hijos de Dios:

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Ro 8:14)

Recibimos la Adopción de Hijos

Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! (Ro 8:15)

Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre! (Gál 4:6 )

Padre de Misericordia y Dios de Consolación

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, (2Co 1:3)

Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente,

Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,( Sal 86:15)

Dios, nuestro Padre nos consuela, conforta y da ánimo ante las adversidades.

Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, (1Ts 2:11)

Exhortación, Se traduce de “parakaleo” que significa: Implorar, confortar, orar y llamar a uno que está al lado. Esto nos enseña que aunque en ocasiones el cristiano se sienta solo, el Padre no está lejano; sino que está dentro y al lado de cada uno de sus hijos

Consolación Se traduce del griego “paramutheomai” que significa: Confortar, dar ánimo y cercanía.. Dios, nuestro Padre nos consuela, conforta y da ánimo ante las dificultades presentes.

“nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. (Mt, 11,27).

Jesús nos revelo un Padre que no es impersonal, ni menos lejano, al contrario, cercano a nuestras dificultades, conocedor de nuestros padecimientos.

Cristo nos enseñó un Padre que escucha y que en todo momento está animado por su amor para entregarlo a sus hijos, y nos ha enseñado que podemos esperar una respuesta de El. Es así, que no solo creemos en Dios como Padre, tenemos Fe en El, es Padre de nuestras esperanzas, es un Padre que es amor.

Dios los Bendiga…..


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