¿Por qué los cristianos no superan la muerte de Jesús?

Leí hoy en Internet lo siguiente: “¿Intenso yo? Intenso tu que no superas la muerte de un –sustituyo calificativo inadecuado– hace más de 2,000 años”. En 16 minutos 48 personas habían compartido esto en Internet como una burla para aquellos que se llaman cristianos y viven como discípulos de Jesús.

No hay duda que algunos no cristianos se preguntan:
¿Por qué los cristianos no superan la muerte de Jesús?
¿Por qué hablan tanto de un hombre que vivió hace 2,000 años?

Les comparto algo de lo que leemos en la Biblia y creemos los cristianos:
1. No hablamos de la muerte de un hombre sino del hijo de Dios.
Los cristianos creemos lo que la Biblia comienza diciéndonos en Génesis 1:1 NVI “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.” Creemos que lo imperfecto jamás crea algo perfecto, ni que lo mortal crea algo inmortal, ni que el desorden produce orden. Existe un arquitecto divino, Dios el Creador a quien obedecemos y creemos en base a su revelación que encontramos en la Biblia que es su Palabra inspirada, él la inspiró, en él se origina el mensaje como cuando le habló a Moisés, Isaías, Jeremías y tantos profetas más. Como también cuando le habló y comisionó al mismo apóstol Pablo quien solía perseguir los del Camino, como se les llamaba inicialmente a los cristianos.

Creemos que después de los profetas nos hablo por medio de Jesús. No un profeta más, no un maestro más, Dios mismo quien vino a la tierra y se vistió de carne y huesos para identificarse con la humanidad, entender cómo vivíamos y entregar su vida en la cruz como un sacrificio por nuestros pecados.  La Biblia dice que murió el justo por los injustos, el santo por los pecadores, aquel que fue tentado en todo pero sin pecado. No hablamos entonces de la muerte de un hombre sino del hijo de Dios quien vino a la tierra en forma de hombre.

Ricardo Arjona, artista y orgullo Chapín (así nos llaman a los guatemaltecos) tiene razón cuando dice: “Jesús es Verbo y no sustantivo”. En el sentido que quiere darle un mensaje a todos aquellos que dicen que siguen a Jesús pero viven muy diferente a como Jesús vivió. Por eso en su canción dice: “Jesús es más que una simple y llana teoría ¿Qué haces hermano leyendo la Biblia todo el día? Lo que allí esta escrito se resume en amor vamos, ve y practícalo”.

Aunque Ricardo Arjona utilizó la palabra Verbo para describir a Jesús, el apóstol Juan lo hizo hace dos siglos cuando dijo en Juan 1:1-3 NVI “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios en el principio. 3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir.”

Y luego en Juan 1:14-17 NVI “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: «Éste es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo.” » 16 De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia, 17 pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.”

Es interesante notar que la palabra Verbo en libro de Juan, que aparece en mayúscula, es la traducción en el original (El Nuevo Testamento fue escrito en griego Koiné, común, como hablaba el pueblo de la época) del término griego “logos” que significa “palabra” y que se utiliza en la Biblia cuando se refiere a Jesucristo. Por eso algunas traducciones en lugar de utilizar “Verbo” escriben “Palabra” para referirse a Jesús.

Cuando la Biblia se refiere a Jesús como el logos “El Verbo o la Palabra” es porque todo lo que vemos fue creado en el universo fue creado por la palabra de Jesús quien estaba presente desde la creación junto al Padre Dios. Además vemos que Juan dice que el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Por eso cuando hablamos de Jesús no hablamos de un hombre que murió hace más de 2,000 años, hablamos del hijo de Dios. Pero Jesús no sólo murió, esa es la mitad de la historia, no somos gente que no supera su muerte, somos gente que celebra su resurrección.

2. Nosotros no superamos su muerte, Dios lo hizo pues al tercer día lo resucitó.
“Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo de un madero,40 pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera,41 no a todo el pueblo, sino a nosotros, testigos previamente escogidos por Dios, que comimos y bebimos con él después de su resurrección.42 Él nos mandó a predicar al pueblo y a dar solemne testimonio de que ha sido nombrado por Dios como juez de vivos y muertos.43 De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.” Hechos 10:39-43 NVI

No somos gente que no supera su muerte, somos gente que celebra su resurrección.

3. Muerte para nosotros no es sinónimo ni de fatalismo, ni de fin, ni de desesperanza sino todo lo contrario. Su muerte es nuestra esperanza de vida eterna.
“Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.14 ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. 1 de Tesalonicenses 4:13 y 14 NVI

Siempre digo que “Para los cristianos la muerte duele, pero duele con esperanza”. Los funerales y entierros de los cristianos están llenos de dolor, pero siempre de dolor acompañado con esperanza. Nos sostiene la promesa de una segunda vida, una vida eterna que Jesús prometió a todo el que creyera a su mensaje. Para esto se requiere creer que Dios existe y que recompensa a quienes lo buscan.

4. Para nosotros la muerte y la resurrección son el inicio de una nueva vida tanto aquí en la tierra, como en el cielo.
No sólo esperamos una vida eterna en el cielo sino una nueva vida en la tierra. Jesús le dijo a un judío llamado Nicodemo en Juan 3:3 “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios –dijo Jesús.”

¿Nacer de nuevo ya siendo viejo? Sí esa es la buena noticia que predicamos los cristianos. Que sin importar nuestro pasado y nuestros pecados más vergonzosos si se arrepiente y de vuelve a Dios y lo busca, perdona sus pecados para siempre y no sólo los perdona ¡los olvida! Además le permite a cada persona nacer a una nueva vida. Un nacimiento espiritual en donde deja el desierto espiritual que vive y encuentra un oasis de libertad, mandamientos que dan paz y una relación personal con Dios. Todo por la muerte del hijo de Dios en la cruz y por su resurrección.

5. Los cristianos recordamos su muerte como la mayor expresión de amor y entrega por nuestros pecados.
“Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.” Juan 15:13 NVI

Y Jesús no sólo murió por sus amigos, murió por sus enemigos. Su muerte trae el perdón de pecados a todo aquel que se arrepiente de una vida de rebelión ante los mandamientos de Dios. Aún uno de los dos ladrones que estaban crucificados a cada lado le dijo que lo tuviera en su Reino y Jesús inmediatamente le respondió: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Y su amor fue tan grande que antes de morir le expresó al Padre Dios “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. Aquí vemos a Jesús no un hombre, el hijo de Dios, de quien los cristianos con orgullo nos llamamos sus discípulos. Él es el ejemplo a seguir mientras estamos en esta tierra.

Recordamos la muerte de Jesús porque nos muestra cuánto nos ama, que teniendo el poder para solicitar ángeles que vinieran en su ayuda no lo hizo para que al morir pagara el precio por nuestros pecados y le diera una nueva vida a toda persona sin importar su edad. Dios da por medio de Jesús un nuevo nacimiento. Por eso conoce a personas que pueden decir con propiedad yo era esto o aquello y ya no, porque le rendí mi vida a Jesús.

6. Los cristianos recordamos su muerte, pero celebramos su resurrección.
Por eso este domingo millones de cristianos alrededor del mundo nos reuniremos para celebrar la resurrección de Jesús que nos ha dado vida junto con él. Pues con Cristo hemos muerto al pecado y hemos resucitado a una nueva vida. Y todos los días nos negamos a nosotros mismos, tomamos nuestra cruz y lo seguimos.

Quien escribió o piensa igual que la persona que publicó en Internet lo siguiente: “¿Intenso yo? Intenso tu que no superas la muerte de un –sustituyo calificativo  inadecuado– hace más de 2,000 años”. Ahora tiene una mejor idea de por qué no sólo recordamos la muerte de Jesús no de un hombre sino del hijo de Dios sino también que no es que no superemos su muerte sino por el contrario, celebramos su resurrección. Si tan sólo todos pudiéramos leer y practicar la Biblia y convertirnos en discípulos de Jesús, todo sería distinto en el mundo.

Jesús, te reconozco como el hijo de Dios y mi anhelo es honrar tu sacrificio en la cruz y sé que muchos que también leen esta publicación, creen lo mismo. Gracias por morir en la cruz del Calvario y por resucitar al tercer día para darnos vida.

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