Porque para mí el Vivir es Cristo…..

Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza (dominio sobre sí mismo) (Gál.5:22,23).

En estas nueve palabras tenemos no solamente una declaración exacta de lo que es el carácter cristiano, sino también una descripción del proceder de Cristo mientras vivía en la tierra. También, es una revelación de aquella norma de vida tan elevada que El desea que experimente el cristiano ahora mismo.

Estas nueve palabras forman una definición bíblica de lo que significa la frase:


«Porque para mí el vivir es Cristo


Aunque el mundo se esfuerza para alcanzar una sombra de lo que se representa por dichas palabras, la realidad de ellas es desconocida a la naturaleza humana, aun cuando esa naturaleza se considere en su mejor forma.

Estas gracias son extrañas y no se encuentran nunca en la naturaleza humana, a menos que sean producidas allí por el poder de Dios, pues, son el «fruto del Espíritu». Por lo tanto, el carácter cristiano no se desarrolla ni se edifica por medio de la atención y energía humanas.

En estos días muchos son los que exponen con todo detalle y recomiendan el método para alcanzar este carácter por medios humanos. Seguir este método es lo mejor que el mundo puede hacer, ya que por medio de él puede alcanzar ciertos logros dentro de la esfera de las sombras que el mundo ha escogido como sus ideales.

El hijo de Dios no afronta meramente las sombras que son los ideales del mundo, aunque por ignorancia pudiera ser que así lo creyera. Lleva la responsabilidad de manifestar «las excelencias de aquel» que le ha llamado de las tinieblas a’ su luz admirable.

Encontrará poco estímulo en la Biblia para intentar la edificación de estas características del Infinito. Nunca se ha esperado que la naturaleza humana haría esto, aun estando bajo las condiciones más favorables. Si el propósito no fuera más elevado que la norma ideada por el mundo, pudiera parecer muy razonable procurar edificar un carácter cristiano; pero aun entonces, no habría ninguna Escritura para justificar la lucha humana. El verdadero carácter es «fruto del Espíritu».

Se declara en los versículos anteriores del pasaje bajo nuestra consideración lo que la carne puede, quiere y debe hacer:

Y manifiestas son las obras de la carne, que son:

Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, riñas, celos, iras, facciones, divisiones, sectas, envidias, embriagueces, orgías, y otras cosas semejantes.

«Mas», en contraste a todo aquello, «el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza» (dominio de sí mismo).

«La carne», según se usa la palabra en éste y otros pasajes semejantes, representa mucho más que el cuerpo físico. El término abarca todo lo que era el hombre antes de ser salvo.

De manera que hay dos principios de vida que se presentan al hijo de Dios: el andar carnal, el cual se ejecuta por la energía de la carne «según el uso de los hombres», y el andar espiritual, que se realiza por la energía del Espíritu, así como andaba Cristo.

Se nos dice en el referido pasaje en Gálatas: «Digo pues: Andad según el Espíritu (literalmente: por medio del Espíritu), y no cumpliréis los deseos de la carne.» Los dos principios son diametralmente opuestos y por lo tanto, no se les puede mezclar.

Andar por medio del Espíritu, o ser guiados por el Espíritu no es la carne recibiendo ayuda en cierto grado del Espíritu. Se nos dice que es una obra directa del Espíritu a pesar de la oposición de la carne.

La revelación de que el verdadero carácter cristiano se produce directamente por el Espíritu se funda en las páginas de la Palabra de Dios, en donde se hacen declaraciones claras al respecto, pues la enseñanza bíblica sobre este tema es directa y no complicada.

También hay muchos testigos gozosos que testifican de que es una realidad en su propia experiencia.

Los efectos del crecimiento cristiano no se incluyen en esta victoria inmediata. Es sencillamente el resultado de entrar en la completa voluntad de Dios para nuestra vida.

Bendiciones…..


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.