Pruebas de Dios? Castigo Divino?

Hoy estaba en la cocina reflexionando, le decía a mi hija, que no creía que las tribulaciones fuesen pruebas que Dios nos impone, mucho menos castigos, ni tampoco las permite, el Dios que yo conozco es un Dios de Amor , es un Padre. ¿Qué padre va a imponer a su hijo una prueba en la que lo va a ver sufrir con el solo fin de que madure o crezca? ¿Qué padre va a ver que a su hijo le viene un castigo y lo va a permitir para probar la fe de su hijo en El? ¿Qué padre va a castigar a su hijo con un sufrimiento? ninguno, ¿Si Dios es nuestro Padre, porque pensar que El nos impone estos sufrimientos o los permite o peor aun nos castiga? Estos argumentos que utilizamos provienen de la ignorancia: «Dios lo castigo» «Dios lo está poniendo a prueba» «Dios permitió que eso malo le ocurriera para que creciera espiritualmente» NO, Dios es un padre amoroso y ningún padre harìa eso con un hijo.
Job (37:20)
Entonces, enséñanos qué decirle a Dios.
    Somos demasiado ignorantes para presentar nuestros propios argumentos.

    ¿Puede una persona hablar cuando está confundida?

 No nos podemos imaginar la potencia del Todopoderoso;
    pero aunque él es justo y recto,
    no nos destruye.
A pesar de la infidelidad del pueblo, Dios se muestra incapaz de renunciar a su amor, y lo expresa con palabras llenas de profunda ternura, incluso cuando se ve obligado a quejarse de la falta de correspondencia de sus hijos: «Yo enseñé a Efraín a caminar, tomándole por los brazos, pero ellos no conocieron que yo cuidaba de ellos. Con cuerdas de bondad los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que atan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer (…) ¿Cómo voy a dejarte, Efraín?, ¿cómo entregarte, Israel? ( … ) Mi corazón está en mí trastornado y a la vez se estremecen mis entrañas» (Os 11, 3-8;  Jr 31, 20).
Claro clamor de un Padre que sufre por sus hijos; yo tengo hijos 5 y tengo también 6 nietos, en este mundo por supuesto, mundo de torbellinos, cada uno hace su vida y vive con su familia, pero siempre surge algún contratiempo, yo como madre puedo expresar:  –  ¡bueno¡ esto le servirá para que madure- y acto seguido lo apoyo y lo ayudo a salir de la tribulación, le infundo fuerzas con mi cariño, y estoy a su lado hasta que supere el acontecimiento… ese es el papel de toda madre, de todo padre, pero de ahí, a pensar que yo para que mi hijo madure permito que alguien le haga daño, o le mande a hacer daño, o lo castigue con un dolor es muy macabro, pues pienso que lo mismo sucede con nuestro Padre Celestial, que solo está al pendiente de sus hijos, viendo todo lo que les sucede en este mundo de violencia, aflicción, enfermedad,para darnos fortaleza, animo, para decirnos que El está con nosotros, que todo va a pasar, que estaremos bien, ¿Entonces como acusar a un padre de propiciar de la manera que sea, directa o indirectamente el mal a un hijo? Dios es nuestro PADRE, no es una figura que está en el cielo viendo a quien castiga, a quien le prueba la fe, o quien permite que sea afligido , No ese no es su papel, el es un Padre amoroso, que nos ama a pesar de nuestra ingratitud, que nos cuida, que esta pendiente de nosotros.
Sabernos hijos de Dios nos da una profunda confianza. No tememos a nadie ni a nada: «Si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?». Confianza porque sé que Dios no puede permitir que un hijo suyo sea perjudicado.  No es Dios quien  permite la tribulación, ni quien impone  pruebas, ni quien castiga, su papel en la tribulación es darnos fortaleza, garantizar que nada podrá con nosotros, que tendremos fuerzas mas grandes que la tribulación para sobrellevarlas y lógico mientras esto sucede sacarle provecho a lo ocurrido, decir -esto le va a servir para…- pero de ahí a causarla hay un gran trecho, estamos hablando de un Padre, no de una figura imaginaria que va a echar por tierra todo lo grande y bello de su creación para agradar a sus hijos, para que sus hijos vivieran en santa paz, que por supuesto, sus hijos no apreciaron y dañaron y dañan cada día mas, es muy fácil decir, esta enfermedad es un castigo divino, o una prueba que Dios me mando o que Dios permitió, No, nada de eso, esa enfermedad es consecuencia del trato del hombre al ambiente, al daño que le hizo el hombre a esa naturaleza hermosa que Dios le dejó, es como si le entregas un apartamento a tu hijo, bello, amoblado, y el lo deja llenar de moho, se enferma y después dice que tu lo permitiste, para que aprendiera a apreciar lo que tiene, o que lo castigaste porque no lo cuido, o que lo estas probando a ver si madura, ¡NO¡, tu no tienes nada que ver con lo sucedido, pues bien, Dios tampoco.
 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.( 1 Juan 4 )


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