¡Quién sabe !Tal Vez Dios Cambie de Parecer… y no perezcamos. »

Esta mañana cuando me senté a leer mi Biblia, el Señor me mostró la historia de Jonás » el profeta desobediente» no pensaba leerla completa pero hace rato que el Señor quiere hablarme de la obediencia, así que obedecí y la leí completa y que  «casualidad» que la historia de Jonás es acerca de la «desobediencia de Jonás»  el Señor le dijo a Jonás:
-«Anda ve a la gran ciudad de Ninive y proclama contra ella que su maldad ha llegado hasta mi presencia» (jonas 1:19

Jonás desobedeció  y quiso ocultarse de Dios, así que se fue en otra dirección:
-«Jonás se fue pero en dirección a Tarsis, para huir del Señor (Jonas 1:3)

Pagó su pasaje y se montó en una barca que iba hacia esa ciudad ( Tarsis, no Ninive como le dijo el Señor) y estando en la embarcación se desató una tormenta tan violenta que el barco parecía que se iba a hacer pedazos.
-«los marineros aterrados y a fin de aliviar la situación comenzaron a clamar cada uno a su Dios» (Jonás 1:5)
Luego de orar a sus dioses se pusieron a echar suertes para averiguar quien tenía la culpa de aquello y llegaron a al conclusión de que era Jonás:

-» ¿Qué es lo que has hecho?- Qué vamos a hacer contigo para que el mar deje de azotarnos?»
-«Tomenme y lancenme al mar » (Jonas 1:10)

Esta vez los marineros comenzaron a orar no a sus dioses sino al Señor para que no les quitara la vida por culpa de Jonás:
-«Así que tomaron a Jonás y lo lanzaron al agua y la furia del agua se aplacó»

Cuando vieron esto los marineros le oraron al Señor y El Señor hizo que pez se tragara a Jonás quien pasó 3 días y 3 noches en su vientre, Jonás comenzó a orar y se arrepintió de haber desobedecido
-«Entonces el Señor dio una orden y el pez vomitó a Jonás en tierra firme»

-«la palabra del Señor  vino por segunda vez a Jonás» (Jonás 3:1)

-«Jonás  se fue hacía Nínive, Conforme al Mandato del Señor … Se Fue internando en la ciudad, y la recorrió todo un día mientras  proclamaba: «? ¡Dentro de Cuarenta Días Nínive Sera destruída»  Y los ninivitas le creyeron a Dios, proclamaron Ayuno y, desde el alcalde Hasta El menor, sí vistieron de luto en Señal de  arrepentimiento. Cuando el rey de Nínive  se enteró del Mensaje,se levantó del Trono, sí quito el manto real Hizo duelo y se cubrió de ceniza,  luego mandó que se pregonara en Nínive:

«Por decreto del rey y de do corte:»Ninguna persona o animal, ni ganado lanar o vacuno, probará alimento alguno  ni tampoco pastará ni beberá agua. Al contrario, el rey ordena que toda persona, junto con sus Animales, Haga duelo y clame a Dios con todas fuerzas. Ordena así mismo que cada uno se convierta de su mal camino y de sus hechos violentos.  ¡quién sabe!Tal Vez Dios Cambie de Parecer, y aplaque el ardor de Su ira, y no perezcamos. »
Al ver Dios Lo Que hicieron, es Decir, que se habían convertido de su mal camino cambio de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado. ( Jonas 3)
Esto no solo fue una segunda oportunidad para que Jonás obedeciera al Señor, sino que gracias a que obedeció salvó una nación al llevarle el mensaje y permitirles el arrepentimiento que cambio la decisión del Señor de destruirlos.
-«A Jonás, sin embargo, esto le desagradó sumamente, y llegó a estar enardecido de cólera. Por lo tanto, oró al Señor  y dijo: “Ah, pues, oh Jehová, ¿no era este un asunto mío, mientras yo estaba en mi propio suelo? Por eso proseguí y huí a Tarsis; porque sabía que tú eres un Dios benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y que sientes pesar en cuanto a la calamidad. Y ahora, oh Jehová, quita, por favor, mi alma de mí, porque mejor es mi morir que mi estar vivo”.(Jonás 3:1) A su vez, Jehová dijo: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera?”.

Jonás se resiste a salvarse aceptando la voluntad de Dios quien si bien odia el pecado ama al pecador. Dios se esfuerza por salvar a Jonás de si mismo, de su orgullo y su vanidad.
El cuarto capítulo del libro encontramos un tremendo enfrentamiento entre el amor de Dios y el excesivo amor propio de Jonás. Dios es amor, es cierto, pero no soporta nuestros caprichos. El ha establecido un orden que debe ser conservado. Ha expresado su voluntad que debe ser acatada. 
El libro de Jonás nos muestra dos aspectos de Dios que hacen a la plenitud de vida del ser humano: El amor, y la obediencia , de ahí podemos deducir lo siguiente:

1- No luches con Dios
Si lo haces, vas a perder. El que lucha con Dios pierde. De eso no cabe duda. Entonces,por qué insistimos tanto aún sabiendo que es lo que Dios quiere que hagamos.  Eso ocurrió con Jonás, pero de repente eso estás haciendo tu también.  Los planes de Dios son los mejores. En el caso de Jonás por desobediente terminó siendo tragado y luego vomitado por un gran pez. Luchar con Dios nos hará actuar absurdamente
Jonás se reveló contra la palabra que Dios le había dado. Dios no quiere media obediencia. No seas empecinado no le vas a ganar a Dios.  Tienes que someterse totalmente a El.
2- No luches contra tu destino
Cuando luchamos contra nuestro destino volvemos nuestra naturaleza, porque el destino que tenemos lo marcó Dios. Dios nos revela el propósito  El propósito es una imposición divina. Dios ya tiene un propósito para nosotros. Si queremos ser relevantes debemos comprender que Dios tiene un propósito para nosotros.
Cumplir el propósito  Nos lleva a la grandeza El no hacer la voluntad de Dios, la desobediencia nos va a llevar de malas a peores.Recuerda que la unción no hace discípulos, sólo la obediencia. 
No busques la unción, busca la obediencia, porque siendo obedientes la unción vendrá.
3- El alivio llega cuando obedeces 
Dios preparó un gran viento en el capitulo uno para advertir. Dios no iba a dejar que 120 000 habitantes de Ninive se perdieran porque Jonás no quería obedecer.
Tal ves Dios te está moviendo la barca, quizá Dios haga que el mar brinque cada vez más para entender.
Dios preparó un gran pez para hablarle. Dice la Biblia que Jonás estuvo 3 días y 3 noches en el estómago de un gran pez, pero es que sólo ahí escuchas a Dios.
Comprendamos que si no lo hacemos nosotros estamos arriesgando a muchos, estamos arriesgando a generaciones enteras, a personas. Seamos obedientes y tengamos el carácter para hacer lo que sabemos que tenemos que hacer.
La desobediencia nos va a exigir un precio. Muchas personas están hasta enfermas por desobedientes y aún así no quieren dejar de hacer lo que hacen, y si no hay obediencia ni humildad, Dios no puede bendecir.
¿Quieres ponerte a cuentas con Dios?.  Hoy es la oportunidad.  Vamos a orar.  Ponte de pie y levanta tus manos y dile al Señor: “Quiero ser diferente Dios mío, perdóname por mi desobediencia. Ayúdame a vivir para ti. No huyendo si no permitiendo que tú hables a mi vida y yo estoy dispuesto a  amarte, seguirte y obedecerte.








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