Sacerdote católico contradice al Gobernador de Tokio diciendo que “Dios no manda castigo”

“Los fenómenos de la naturaleza se dan producto de la imperfección de la naturaleza humana”, asegura el Padre William Argüello, director del Centro Juvenil Don Bosco en Nicaragua.

“Los desastres naturales forman parte de la imperfección del pecado humano y de los daños a la naturaleza”, explica el sacerdote William Argüello, quien contradijo las palabras del Gobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, que expresó: “estoy convencido que el cataclismo fue un castigo del cielo”.

“Dios no manda castigo por medio de los terremotos y tsunamis, pues estos se dan producto de la imperfección de la naturaleza humana a raíz del pecado de Adán y Eva. Sin embargo, afirma el clérigo que “mediante los desastres naturales se descubre la presencia de Dios”.

“Descubrimos la presencia de Dios, porque siendo Japón un país inminentemente desarrollado, con ciencia, un imperio tecnológico, uno se queda admirado (…) y se pregunta ¿por qué trascienden las cosas? Entonces quiere decir que hay una fuerza mayor y que la naturaleza misma nos dice que hay un ser superior que es Dios”.

“Con las catástrofes Dios nos está diciendo sobre tu sabiduría, sobre tu ciencia, sobre tu tecnología estoy yo”, dice Argüello.

Finalmente el sacerdote nicaragüense, sostiene que “Dios permite estas cosas para que nos acerquemos. Esto es un llamado de Dios para la humanidad, para que Jesús sea el centro de nuestra vida y no endiosar a los seres humanos”.

El sacerdote Argüello, asegura que los fenómenos naturales están presentes en Apocalipsis, “pero dice Jesús: antes que venga el fin van a haber guerras, terremotos pero todavía no es el fin, estas son señales, pues solo el Padre sabe el día y la hora”, dijo.


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