Al leer estas palabras he llevado a cabo el mismo proceso, mirar hacia atrás con la perspectiva que siempre da el tiempo y la distancia y pensar qué hubiera sido de mi vida de no haber mediado la intervención de Dios, si no hubiera estado de mi parte.
Me ha parecido muy importante este ejercicio de intencionalmente ver y reconocer las huellas de la intervención del Señor, no pensar que las cosas han sucedido o dejado de suceder única y exclusivamente como fruto de la casualidad, el azar o, aun peor, mis logros e intervención.
Me he dado cuenta que es importante intentar ver la intervención de Dios con un triple propósito, reconocer, celebrar y cimentar nuestra confianza de que del mismo modo que intervino en el pasado, lo hará en el futuro.
Reconocer, celebrar y cimentar el futuro.
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