Sé Fuerte – No Tengas Miedo

«¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yahvé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación.» Isaías 12:2

¿Sientes que tienes que pelear contra el miedo diariamente debido a las circunstancias por las que estás pasando? Cuando los problemas matrimoniales atacan tu hogar, lo primero que ataca tu cuerpo, alma y espíritu es el miedo. Te puedes sentir sobrecogido por ataques de pánico o ansiedad ante el futuro incierto. ¿Qué puedes hacer?

«El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré?» Salmos 27:1

¡Detente! Clama al Señor y pídele que calme los vientos huracanados de ese pánico que te sobrecoge ahora. Si puedes, cuando te vengan esos pensamientos a la cabeza, enciende la radio o pon un CD de música de alabanzas y deja que tu mente escuche las palabras de esa música mientras la alabanza derrota los ataques del enemigo. Si te encuentras en tu casa, abre la Biblia y lee Salmos 27, Salmos 34 y Salmos 91 de ser posible en voz alta. Es necesario pelear contra el enemigo, el cual te ataca con mísiles maléficos. Recuerda siempre que el Señor es más poderoso y Él puede aplacar tus miedos.

«No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de peligro.» Salmos 91:5-7

Bob y yo sabemos de muchos hombres y mujeres de fe que están enfrentando audiencias en corte, batallas por la custodia de los hijos, presiones financieras, problemas laborales o enfermedades físicas. Cualquiera que sea tu situación, debes saber que Dios nuestro Señor está contigo en cada momento. Él quiere que no tengas miedo de las circunstancias, que confíes en Él completamente. Él tiene las respuestas. Cree en Su amor y en Su poder.

«Pero a mí Dios me ayuda, entre los que me apoyan está el Señor.» Salmos 54:6

«Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas que se doblan. Díganles a los que están asustados: «Calma, no tengan miedo, porque ya viene su Dios a vengarse, a darles a ellos su merecido; El mismo viene a salvarlos a ustedes.»» Isaías 35:3-4

Clama al Señor y dile como te sientes. Cuéntale todos tus miedos, preocupaciones y ansiedades. Y luego permítele que calme tu espíritu. Pídele al Espíritu Santo que te hable fuerte al corazón, para que puedas aprender a oír Su voz suave. A veces te hablará con frases cortas, con una escritura, o incluso con la letra de una canción. Te hablará de mil maneras. Una manera como te hablará con toda seguridad, es cuando lees tu Biblia y al hacer tus devociones diarias. Esta semana recibimos el testimonio de una mujer firme en su fe, quien nos contó como el Señor le contestó una pregunta con el titulo de uno de los devocionales de «A Charlyne le Importa».

Dios te habla y quiere ayudarte a lo largo de tu día, cada día. Así que háblale y pídele diariamente sabiduría, consejo, ciencia y entendimiento. ¡Ahora, espera y escucha lo que Él te quiere decir!

«Llámame y te responderé; te mostraré cosas grandes y secretas que tú ignoras.» Jeremías 33:3

«Tu contaste mis disgustos, recogiste mis lágrimas en tu odre. Retrocederán mis enemigos el día que te invoque. Sé muy bien que Dios está conmigo. Mi fe renuevo en las palabras de Dios, tengo fe en la palabra del Señor; confío en Dios y no temo más, ¿qué puede hacerme un hombre? » Salmos 56:9-12

Escuché una historia de una mujer piadosa quien vivía en Inglaterra durante la guerra. Noche tras noche, cuando sonaban las sirenas, ella y sus vecinos corrían a los refugios antiaéreos subterráneos. Una noche ella no se presentó. A la mañana siguiente uno de sus vecinos la encontró sentada serenamente en su casa leyendo la Biblia. Cuando le preguntó porque no había ido al refugio, la pequeña dama respondió: «Ese lugar es muy oscuro y húmedo. Huele mal allí abajo. ¡Además, leí en mi Biblia que Dios nunca duerme ni se adormece, así que decidí que uno de nosotros podía dormir a gusto esta noche!

«Piedad de mí, oh Dios, piedad de mí, pues en ti se refugia el alma mía; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que haya pasado la tormenta.» Salmos 57:2

¿Has llegado a ese punto de confianza total en el Señor por tu futuro? Espero que las escrituras en este devocional te llenen de esperanza, que viene de Dios y quien puede echar fuera todos tus miedos.

Te animo a que ores por todos los otros hombres y mujeres firmes en la fe y todos los pródigos en el mundo. Imagínate si cada hombre y mujer firme en la fe en el mundo entero rezara por los otros hombres y mujeres de fe sobre los diferentes problemas que enfrenta cada cual, tal como: audiencias en corte, batallas de custodia, problemas con los hijos, problemas financieros y laborales. ¿Te imaginas las respuestas a esas oraciones que cada cual recibirá si oramos para que la voluntad de Dios se haga en cada uno de estos matrimonios? Volvamos una y otra vez a encarar al juez y pidamos como la viuda hizo en Lucas 18. ¡Ella oraba y acudía al juez sin cesar pidiendo justicia ante su adversario!

«Y el Señor dijo: «¿Se han fijado en las palabras de este juez malo? ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche, mientras él deja que esperen? Yo les aseguro que les hará justicia, y lo hará pronto…».» Lucas 18:6-8

El Señor es tu refugio. Confía en el Espíritu Santo y déjale guiar y dirigir cada uno de tus pasos. Escucha las instrucciones de tu Señor y no tengas miedo de nada. ¡El Señor esta aquí contigo!

«Tú eres mi servidor, yo me fijé en ti y te elegí. No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido.» Isaías 41:10

Fuente: http://www.rejoiceministries.org/espanol/cc/view.php?month=main&id=23


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