Se leyó en el libro Por el Hno. Fares Palacios


Toda restauración y despertar espiritual empieza con un interés especial de los hombres por las Escrituras que expresan la voluntad de Dios para ellos y para todos los hombres sin discriminación alguna.

Cada vez que veamos un avivamiento bíblico, veremos un despertar especial hacia las Escrituras y es que no puede haber tal cosa como un despertar sin que el mismo esté ligado a la Palabra de Dios.

El poder de la Palabra de Dios se hace visible en aquellos que despertados a leerla, la obedecen sin escatimar los costos de poner en practica la Ley de Dios. No hay tal cosa como un avivamiento que no surja de un deseo intenso de conocer la voluntad de Dios que está contenida en la Biblia.

Es el caso de aquellos judíos despertados para volver a las sendas antiguas del Dios de sus padres. En el capítulo trece de Nehemías vemos como se inicia un proceso de reforma bíblica que nos debe llamar la atención y servir de ejemplo a esta generación de creyentes que aman a Dios.

Quiero enunciar y hacer una breve reflexión en algunos puntos del relato de este capítulo, el último del libro según nuestro canon. Para ello quiero realizar una pregunta, ¿Cómo empezó todo? La respuesta es sencilla, todo empezó por la lectura de la Ley.

La lectura de la Ley fue lo que hizo ver el error. No podía haber un patrón de comparación y de discernimiento sino era por la Palabra de Dios. Ella es la Norma Suprema por la cual todas nuestras prácticas, pensamientos y doctrinas deben ser probados.

He aquí algunas de las cosas que fueron reformadas:

1Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios, 2por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición. 3Cuando oyeron, pues, la ley, separaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros.

Podemos aprender varias cosas de este texto, en primer lugar la importancia de la lectura de la Palabra de Dios. La lectura diligente de la Palabra de Dios es garantía de poder crecer en el conocimiento de la voluntad de Dios.

Leyendo estos encontraron algo que era serio para sus vidas, se dieron cuenta que estaban en gran mal y afrenta y que habían ofendido y desobedecido al Dios Soberano. ¿Cómo saber si estamos caminando a la vida sino procuramos conocer el vía que Dios trazó en Su Palabra?

En segundo lugar, si se dan cuanta, los judíos habían hecho la paz con sus enemigos. Estos debían ser excluidos de la congregación de Dios por cuanto despreciaron a israel y pagaron para que fueran maldecidos por un profeta.

De esta manera Dios establecía una regla que debía ser observada por toda la nación de israel.

Era obvio que la memoria del pueblo de alguna forma había sido borrada y estas buenas nuevas demandaban una ruptura radical con las naciones que eran enemigas del pueblo de israel, la lectura de la Ley hizo que vieran el gran pecado que había en medio de ellos.

La ignorancia de las Escrituras hace que el hombre ande en tinieblas y no sepa distinguir entre lo santo y lo profano, lo bueno y lo malo.

Son aquellos que no leen las Escrituras los que nunca saben a donde van, ni saben que hacer y terminan pactando con los hijos de Satanás para su propia desgracia haciéndose amigos de los enemigos de Dios.

El despertar Bíblico que Dios envía, lo envía por medio de Su Palabra escrita. ¿Dónde podemos ver la disposición de este pueblo a obedecer a Dios?

En su reacción. Ellos oyeron, y luego hicieron, se separaron de todos los mezclados con los extranjeros enemigos de Dios, porque Dios lo había ordenado y eso era suficiente.

Esta es la disposición que tienen aquellos que han sido despertados a la fe bíblica. Una vez que Dios les ha revelado por su Palabra que algo no está bien, cortan de raíz con aquello y humillados ante Dios obedecen a sus palabras.

Cuanto desearía ver en nuestra generación a más hombres y mujeres leyendo las Escrituras, a pastores volviendo a la Biblia y comparando sus practicas con las practicas de las Escrituras, dejando todo aquello que no está ordenado por Dios, y abstenerse de todo aquello que Dios ordenó abstenerse.

¿Eres pronto para obedecer a la Escritura apenas encuentras la senda que Dios ha trazado? Sino es así, debes rogar a Dios salir de ese letargo espiritual, no sea que estés más bien caminando a la muerte y seas excluido junto a los mezclados con los hijos de Satanás.

Recuerda esto, solo los que son hijos obedecen al Padre, y solo las ovejas pueden escuchar su voz.
Solo Dios puede dar a sus hijos ese deseo, y cuanto anhelo que esto siga pasando, pero, ¿Y tu dónde te encuentras ahora mismo? En la próxima entrega, hablaremos del Eliasib, y seguiremos tocando este tema de las Reformas de Nehemías.

© Por Fares Palacios. Bautista Reformado. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.


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