Senderos de Dios 2013-10-09 13:29:00


LA PROMESA DE DIOS SIGUE VIGENTE
Escrito porPastorOtoniel Font, el miércoles, 09 de octubre del 2013.
Ante la intimidación, algunos reaccionan con revancha, otros con peleas y otros corren. Otros, incluso, caen en depresión, encerrándose por temor a enfrentar lo que viene. Una persona en depresión ve su futuro y se dice a sí misma: No voy a poder manejar los problemas.

En un momento dado, el pueblo de Israel estaba dominado por los enemigos a causa de la desobediencia. Estaban intimidados por sus enemigos, y su reacción fue esconderse en cuevas, sumidos en depresión. Si bien es cierto que los errores tienen consecuencias, no es menos cierto que, ante todo fracaso y todo error, Dios tiene promesas. 

No fuiste creado para vivir en una cueva. Más allá de tu pecado, de tu pasado, la promesa de Dios sigue vigente. Cuando tú clamas a Dios, él te responde, y te dice: Te saqué de Egipto, y no me he olvidado de ti.Sal de la cueva, y conquista. 

El enemigo sabe que con un mal pensamiento, una mala idea, una mala noticia tu instinto es salir corriendo, esconderte y entrar en depresión. Pero tiene que llegar el día en que pongas punto final y te digas: Se acabó; hasta hoy estaré intimidado. Si piensas que el miedo se va a ir, te vas a estancar y quedarás detenido, escondido en la cueva. El miedo no se va; el miedo se conquista. 

En una ocasión Gedeón estaba atemorizado ante los madianitas, y Dios le dice: Hombre esforzado y valiente. Queriendo decir: Tú no eres cualquier persona; vence el miedo con el poder del Espíritu Santo, y conquista. 

Una mente transformada a la mente de Cristo cambia su manera de ver al enemigo. La religión nos ha enseñado a un diablo más grande que nuestro Dios Todopoderoso. Una mente transformada no ve al enemigo a través de sus propios ojos, sino a través de los ojos del Espíritu Santo.

Esto le sucedió al siervo cuando le dice al profeta: Son más los que están con los enemigos que los que están con nosotros. El profeta ora y dice: Señor, ábrele los ojos para que vea lo que yo veo. Y cuando el siervo vuelve a mirar se queda sorprendido porque pudo ver que eran más los que estaban con ellos que los que estaban con el enemigo. 

¿En qué estuvo la diferencia? En que vio la misma situación, pero con la mente de Cristo. Esto fue, también, lo que Dios le dice a Gedeón: Tú ves a miles, pero los vas a vencer como a uno. En otras palabras: Gedeón, cuando los veas como yo los veo, verás que no son muchos. 

¿Cómo sabemos que una persona esta intimidada? Cuando está atendiendo solamente sus necesidades, en vez de conquistar lo que Dios le prometió. Ninguna promesa es dada, toda promesa es conquistada. Todas las promesas que Dios le dio al pueblo de Israel, tuvieron que conquistarlas. Si no vences la intimidación en tu vida, no podrás ver las promesas de Dios. 

Hay gente que ha renunciado a las promesas, al llamado, al propósito de Dios para sus vidas, porque han preferido estar escondidos y estancados en una cueva. Pero llegó el momento de que te levantes, en el nombre de Jesús, y que tengas la mente de Cristo, y digas: Voy a vencer a ese uno, y voy a conquistar. 

Tiene que llegar el momento que nada te intimide y veas al Dios Todopoderoso al cual tú le sirves.  Que, cuando el mundo te rodee, puedas ver que son más los que están contigo. Ese gigante no es tan grande como piensas. 

Hoy Dios te dice: Estaré contigo, mujer esforzada y valiente, hombre esforzado y valiente, yo voy contigo, sal de la cueva y conquista.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.