Si quieres que Dios no se meta en tu problema…ENOJATE

«Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse;…»Santiago 1:19-20

Al enfrentar un problema, cállate y escucha, si quieres que Dios no se meta en tu problema entonces enojate, al enojarte pierdes, Dios se aleja de los que actúan con ira. Donde no hay tranquilidad tampoco hay justicia, cuando te den el primer golpe, quedate quieto, no vuelvas por otro, solo extiendele tu mano a Dios para que el venga en tu defensa, si actúas así, pobre de tu adversario, porque se estará enfrentando nada mas y nada menos que con Dios, y créeme es duro enfrentarse a Dios.Si quieres terminar rápido con esa pelea, no te defiendas, pon tu causa en manos del mejor abogado y juez: DIOS. Si te quitan algo que es tuyo, dalo, porque Dios perseguirá a los ladrones.

Esta es la formula: 

Trabaja en equipo con el Señor, el corre más rápido y pega más duro, en definitiva, es el quien puede hacer justicia.

Sé obediente y no pongas resistencia a lo que otros quieren hacerte, demuestra esa tolerancia, luego pídele al Señor que intervenga y haga justicia.

«Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; y la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.Entonces invocarás, y el SEÑOR responderá; clamarás, y El dirá: «Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con el dedo y el hablar iniquidad,» Isaías 58: 8-10

La promesa del Señor es maravillosa: Hay dos presencias que nos acompañan: la justicia que va delante y la gloria detrás, eso significa que si pones tu causa en manos de Dios ya al levantarte su justicia estará junto a ti, te dará paso y te precederá para darte el lugar que mereces y como si fuera poco detrás de ti tendrás la protección de su gloria y poder. Por lo tanto, cuando pases por un momento de injusticia pídele al Señor que tome el control. El quiere justificarte, reconócelo como tu Dios y Salvador y responde justamente a todo su amor, entrégale tu vida, cuéntale de tus actos para que su justicia obre en tu vida.

Paz y Bien ¡¡¡

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