Esta es una transcripción del cierre de una de las pláticas que el Pastor Chuy Olivares de Guadalajara México dio en los noventas. Un pastor que conocí cuando se organizó el primer congreso de alabanza y adoración en la capital de Guatemala. Yo era menor de edad en ese entonces. Se los comparto, para reflexionar, es muy bueno.
Denle a Dios toda la gloria. Por más unción, por más dones y talentos que cualquiera pueda tener, nunca se nos olvide, que de Dios es la gloria. Nunca se nos olvide que él es el dador de todo. Yo creo Dios está trayendo una nueva generación de cristianos, de ministros, de músicos, una nueva generación de pastores y de líderes. Si ha de hacer una nueva generación necesitamos renovar nuestro corazón. Son 9 cosas las que escribí:
1. ¿Por qué me llamas Señor? y no me dejas señorear en ti.
2. ¿Por qué me llamas soberano? y te molestas conmigo, cuando trato contigo.
3. ¿Por qué me llamas rey? y no me dejas reinar en ti.
4. ¿Por qué me llamas santo? y vives como tú quieres.
5. ¿Por qué me llamas misericordioso? y te has olvidado de hacer misericordia.
6. Me pides perdón y te perdono. Y a ti, se te olvida perdonar.
7. Me llamas Altísimo y por qué a menudo quieres ser más alto que yo.
8. Me dices cuán grande es El y a menudo te crees más grande que yo.
9. Por qué me llamas majestuoso y te fijas demasiado en las pequeñeces de las cosas y de los demás.
Yo creo en una nueva generación. Una generación de siervos, no de grandes siervos, sino siervos. Porque ese título de “el gran siervo de Dios” no va. Se acuerdan que Jesús dijo: “Cuando ustedes hagan lo que tengan que hacer, digan siervos inútiles somos, porque hicimos lo que teníamos que hacer”. ¿Cuántos ya hicimos lo que teníamos qué hacer?… Ni siquiera a siervos inútiles hemos llegado. Somos aprendices de inútiles…
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