El presidente de Uganda, organizó una comisión especial para abordar la problemática que ha causado el proyecto de ley anti homosexual, que ha provocado la ira de los gobiernos occidentales que exigen que se retire del Parlamento.
Adolf Mwesige, legislador y presidente de la comisión especial, dijo al diario The New York Times, que prácticamente todas las cláusulas de la legislación eran inconstitucionales o redundantes, y que cualquier otra cláusula debe ser colocada en otro proyecto de ley que tratan generalmente con delitos sexuales.
El proyecto de ley anti homosexual, fue impulsado por David Bahati quien pretendía ejecutar a los homosexuales y obligar a cualquier ciudadano a denunciar casos de homosexualidad.
Esta ley encontró aceptación en influyentes pastores evangélicos de Uganda, algunos de los cuales se han apoyado y financiado en parte por las iglesias de América. El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, mostró públicamente su preocupación por la legislación y formó el comité de revisión en febrero en respuesta a la crítica internacional.
Aunque la decisión de la comisión no es la última palabra, los analistas lo vieron como una señal fuerte de que el proyecto de ley finalmente desaparezca.
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