UN CORAZÓN PERFECTO CONFÍA

> El salmista escribió: «En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los
>
> libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron
>
> avergonzados» (Salmos 22:4-5).
>
>
>
> La raíz hebrea de «confiaron», sugiere: «arrojarse a un precipicio». Eso
>
> significa ser como un niño que se ha subido a las vigas y no puede bajar. Oye
>
> a su padre decir: «¡Salta!» y obedece, lanzándose a los brazos de su padre.
>
> ¿Está usted en un lugar así ahora mismo? ¿Está usted al borde, vacilando
>
> sin tener otra opción que la de lanzarse a los brazos de Jesús? Simplemente
>
> usted se ha resignado a su situación, pero eso no es confiar; no es otra cosa
>
> que fatalismo. La confianza es totalmente diferente a la resignación pasiva,
>
> ¡Es creencia activa!
>
>
>
> A medida que nuestra hambre por Jesús es más intensa, veremos que nuestra
>
> confianza en Él está bien cimentada. En cierto punto de nuestra vida,
>
> habríamos pensado que en verdad, no podíamos confiar en Él, que Él no
>
> tenía realmente el control de todo el cuadro y que nosotros debíamos
>
> quedarnos a cargo. Pero acercarnos más a Él y conocerlo mejor, lo cambia.
>
> Significa que no sólo venimos a Él para que nos ayude cuando ya todo está
>
> perdido; por el contrario, comenzamos a caminar con Él tan cercanamente que le
>
> oímos advirtiéndonos sobre la pruebas que nos esperan.
>
>
>
> El corazón confiado siempre dice: «Todos mis pasos son ordenados por el
>
> Señor. Él es mi Padre amoroso y permite mis sufrimientos, tentaciones y
>
> pruebas, pero nunca más de lo que puedo soportar, porque Él siempre da la
>
> salida. Él tiene un plan y propósito eterno para mí. Él cuenta cada cabello
>
> de mi cabeza y Él formó todas mis partes cuando estaba en el vientre de mi
>
> madre. Él sabe cuando me siento, me paro o me acuesto porque yo soy la niña
>
> de su ojo. Él es Señor, no sólo sobre mí, sino también sobre cada evento y
>
> situación que me toque».
>
>
>
> ¡Un corazón perfecto es también un corazón quebrantado!
>
>
>
> El salmista David dijo: «Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
>
> y salva a los contritos [aplastados] de espíritu» (Salmos 34:18).
>
>
>
> El quebranto significa más que dolor y llanto, más que un espíritu
>
> aplastado, más que humildad. El verdadero quebranto desata en el corazón, el
>
> mayor poder que Dios pueda confiar a la humanidad, mayor que levantar muertos o
>
> sanar enfermos. Cuando nosotros estamos verdaderamente quebrantados delante de
>
> Dios, nos es dado un poder de restaurar ruinas, un poder que trae un tipo
>
> especial de gloria y honor a nuestro Señor.
>
>
>
> Vea, el quebranto tiene que ver con paredes derribadas, desmoronadas. David
>
> asoció los muros caídos de Jerusalén con el quebranto del pueblo de Dios:
>
> «Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y
>
> humillado…Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de
>
> Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia» (Salmos
>
> 51:17-19).
>
>
>
> Nehemías era un hombre quebrantado de corazón, y su ejemplo tiene que ver con
>
> aquellos muros quebrados de Jerusalén (ver Nehemías 2:12-15). En la oscuridad
>
> de la noche, Nehemías «vio el muro». Acá se usa la palabra hebrea «shabar».
>
> Es la misma que se usa en Salmos 51:17 cuando dice: «corazón contrito». Según
>
> el significado completo en hebreo, el corazón de Nehemías estaba
>
> quebrantándose en dos maneras. Primero se quebrantó por la angustia a causa
>
> de la ruina, y segundo, por la esperanza de reedificar (estallando de
>
> esperanza).
>
>
>
> Este es verdaderamente un corazón quebrantado: uno que primeramente ve a la
>
> iglesia y a las familias en ruina y siente la angustia del Señor. Tal corazón
>
> se duele por el oprobio causado al nombre de Dios. También ve en lo profundo y
>
> mira, como lo hizo David, su propia vergüenza y fracaso. Pero hay un segundo
>
> elemento importante de este quebranto, y éste es: la esperanza. El verdadero
>
> corazón quebrantado ha oído de Dios: «Yo sanaré, restauraré y edificaré.
>
> Desháganse del desmonte y pónganse a trabajar en la restauración de las
>
> aberturas».
>


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