Esta mañana leyendo la Biblia, mis ojos se posaron sobre estos versículos, el Señor dice: “La gloria humana no la acepto, pero a ustedes los conozco, y sé que no aman realmente a Dios. Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera por su propia cuenta, a ése sí lo aceptarían. ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios único? (Juan 5: 41-45)
El Señor pudo ver mi angustia el día de ayer ante tanta idolatría, ante tanta blasfemia, me indicó con sus palabras que El también estaba viendo y escuchando, es por eso que sentí la necesidad de exhortar a través de este post, a aquellos hermanos que se están dejando llevar por la idolatría.
“Supremo”
“Yo soy”
“Glorioso”
“Padre”
“Segundo Libertador”
“Cristo de los pobres”
“Eterno”
“Ungido”
“Profeta”
“Honorable”
“Será embalsamado para que no muera nunca”
“Rodilla en tierra por el”
Esta lista de adjetivos calificativos no se trata, al menos no, en esta oportunidad de los nombres de Jesús, estos calificativos forman parte del discurso blasfemo y panegírico de la idolatría que ayer durante el sepelio del presidente de mi país Venezuela, alcanzaron cotas de ridículo, cuando el presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad, afirmó que Chávez “regresará en la resurrección» como Jesucristo en tres días y que era el Imam Mahdi venerado por los chiís (gobernante ungido)
Estos son momentos muy peligrosos en la vida de un cristiano, cuando la gente siente el impacto del dolor por la pérdida de un ser querido, lo llenaran de elogios y hasta de zalamerías, mantener el equilibrio y la correcta perspectiva sobre de quien proviene el poder, y a quién debemos dar la gloria se vuelve difícil, queridos hermanos no se extravíen, entreguen la gloria, y el honor a quien corresponde….al Señor…
“Por eso, hermanos muy queridos, huyan del culto a los ídolos» (1 Corintios 10:14). Solo a Dios se Adora, solo ante El se doblan las rodillas, solo El es El Ser Supremo, El autor de la vida (padre) (Hechos 3:15) El libertador (Romanos 11:26) Yo Soy (Juan 8:58) El camino (Juan 14:6) Sumo sacerdote (Hebreos 2:17) Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén. (Mateo 6:13)
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